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miércoles, 26 de julio de 2017

FUERTE AVENTURA







No recuerdo en todos los años que llevo en este planeta haberme arrepentido nunca de coger vacaciones, ni tampoco de sentir que me he equivocado y en todo caso, si algo se torció en su momento, el final siempre fue un resultado feliz….

Fuerteventura es una isla de 120 Km de largo (me parecieron pocos, dadas las circunstancias) situada al este del archipiélago canario, con fuertes vientos y aguas turquesas y algo de viento, de los fuertes, mucho viento. Ya no insisto más, o un poco, va.
No fui por el encanto de sus playas, ni por el atractivo de los surfistas, ni siquiera por su cálida temperatura de eterno verano, ni, por supuesto, por el viento, fuerte de cojones (no se si lo he comentado ya). Fui por su apartamento barato, que me ofreció un conocido y que me adornó con todo tipo de suculentos detalles,(por el precio irrisorio que me ofreció ya tendría que haber sospechado algo, pero esa soy yo, la crédula que se ahoga en sus propias ilusiones ) Curioso es, que, dentro de esos detalles se olvidara de mencionar su característico hedor y  su“fauna”. Pero en ese momento me parecía una ganga poder pasar 18 días en un apartamento de Fuerteventura, por 4 duros, euros perdón (no se porqué ese dicho popular en euros no funciona, es que con la peseta todo suena más barato, a que si?).
Invité a mi hermana pequeña y a su novio, me hacia ilusión que vinieran con nosotras, aunque hubiera sido casi lo mismo invitar a dos pulpos gallegos que, cómo mínimo me hubieran salido mucho más baratos, hubiera aprendido otra lengua  y me los hubiera comido durante las vacaciones... que delicia! Eso si, la bolsa iría bien cerradita para que no hiciera peste a “eau de pop”.... aquí se me complicaría la cosa porque olor no harían, pero respirar, tampoco.
Hubo de todo, un panal de abejas en el quicio de la puerta de entrada, una invasión de termitas, una peste a cloaca que no era de este mundo, el día que nos perdimos, la  noche que lo que perdimos fue la luna, un bebé que sacaba cosas por arriba y por abajo, un apasionado romance adolescente, más una pre-adolescente que ya hacía sus pinitos y acompañando a todo esto, un viento huracanado, que no se nos olvide esa apacible brisa isleña, ya se me está escapando la risa. En fin, ah si!  y desorientación, mucha desorientación, tanto geogràfica como emocional, hasta tal punto estábamos desorientados que fuimos a ver la luna llena la noche que había luna nueva, o sea, que no había.


Con un bebé ya es difícil de por si ir de vacaciones, súmale dos adolescentes que tienen una necesidad imperiosa de comerse toodo el rato, proporcional a la necesidad del bebé comiendo potitos, la hermana preadolescente del bebé, con unos celos bárbaros, y mi capacidad intrínseca para perderme, desorientarme y desorganizar lo organizado (a veces perderse y ser caótico está bien, a mi me parece muy emocionante y divertido, pero curiosamente, solo a mi ) y el viento huracanado, por supuesto. Y lo que hubiera podido ser una risa constante, se convirtió en un estrés importante. (creo que he hecho una rima fíjate tu).
Ahora visto desde la distancia me rio, pero yo creo recordar que no lo pasé bien...


Para una playa de la cual no te vas a llevar más que disgustos, como poco un caso grave de perforación de piel (eso tiene nombre científico?) yo hubiera elegido una bandera color  beige, por la arena y el rojo pasión, por la pasión con la que arremetía la arena para desollarte vivo. El momento cumbre fue la hora de comer del bebé, no se si comió más arena que potito (yo considero que es más sana la arena, tendrá más minerales que un potito Bledine fijo.).





 Estábamos todos resguardados en esas tiendas de acampada que parecen partidas por la mitad, que creo que se llaman erróneamente paraviento, porque lo que es parar, parar, no paró una mierda, y si llegamos a ser de cuerpos generosos, la mitad de nosotros estaría fuera mirando a la otra mitad con ojos asiáticos (o sea cerrados y denotando cierta agresividad o enfado). El viento no paró en toda la puta tarde, imaginaos a cuatro adultos y un bebé apretujados en 50 cm cuadrados, y el bebé que no paraba de escupir el potito mezclado con arena, y tampoco de llorar, pero en ese momento tenía toda la razón, a mi también me entraron ganas. 
Fue esa misma tarde que me di cuenta de mi peculiar deterioro de mi raciocinio,  no entendí porque no huí de allí, no podía obviar mis instintos básicos de supervivencia de esa manera, una persona normal hubiera salido corriendo de esa situación delirante, pero eso, una persona normal, yo no.... Todavía lo recuerdo como si fuera hace 5 min (que en realidad da igual, mi memoria es caprichosa, lo mismo olvido lo de hace 5 min como lo de hace 5 años.dice mucho de mi memoria, no es nada discriminatoria. Resumiendo, tres bolsas de playa (bueno las bolsas podían ser de cualquier cosa que metieras dentro, eran bolsas de plástico, así que... siempre he destacado por mi glamour y mi saber estar. Tres bolsas de plástico,  una en la mano izquierda junto al paraviento que cada dos por tres hacia un amago de deslizarse de mi brazo y las otras dos en la otra mano, la derecha, obviamente, y encima una de ellas era un peso innecesario, iba llenita de juguetes de playa que el bebé no llegó a utilizar porque, no se si os lo dije, hacia mucho viento. 



  Total, las bolsas de Vuitton, el viento (lo he mencionado?) y una cuesta del demonio, al final de la cual estaban mi hermana y su novio comiéndose los morros como si no hubiera un mañana (que con los días que llevaba un mañana más no me apetecía lo más mínimo) , ellos ya habían hecho suficiente subiendo esa cuesta endemoniada en ese idílico lugar, con el carro del bebé, así que, la misión ya estaba cumplida,ya no era su cometido ayudarme,aunque me vieran resoplando y resbalando continuamente (nunca he sido una habilidosa del trekking, más bien torpe o sea que dame tres bolsas y un bebé y ya lo tenemos todo para acabar sin dientes y con las famosas barras catalanas en la cara, a mi que me perdonen pero la adolescencia debería abolirse sin más, para que sirve? Para cabrear al resto del mundo? Y eso que utilidad tiene? Apuesto a que las guerras mundiales empezaron por culpa de un adolescente, o varios. Bueno todavía no he hablado de la pre adolescente, mi hija mayor, que iba andando a mi lado con la toalla colgada en el cuello y menos mal porque sinó, más peso para una de las bolsas Vuitton.

             
  
          - Venga mami! ánimo! Que es una cuestecita de nada! A la que te des cuenta ya hemos llegado! 
              -Llegado a dónde? Al infienno? no hemos llegado ya? Yo pesaba que ya estábamos ahí y estaba pagando por mis pecados!
         - Veenga! que ya no queda nada! Dijeron ellos desde la cima.
         - Nada para qué? Para asesinaros? 


Eso si, Mia se mantuvo a mi lado en todo momento, no me dejó atrás, no fue ni delante ni detrás claro, por si se caía algo de las bolsas y le daba un golpe en la cabeza. Igual se la arreglaba un poco... Era la vigilante de la playa. 
Ya solo faltaba que me animaran con palmas y vitoreos desde arriba (el cuñadito tenía ese tipo de humor, bueno y lo sigue teniendo, que normalmente me encanta y me rio un montón con él, pero ese día no me caía bien, fíjate tu. En ese momento fue listo y no abrió la boca (entre otras cosas porque siempre la tenia ocupada en otros menesteres)

Pero la vida lo castigó igual, o mi bebé, más bien. Yo creo que ya lo avisamos todas, pero él hizo caso omiso de nuestras advertencias, porque, claro, ya sabéis esa expresión que nos persigue desde adolescentes"- Bah! Mujeres, no tenéis ni idea". Si, eramos mujeres y sin estudios y el se estaba preparando para ser médico, pero a Claudia le dio igual, ella si que tuvo una idea clara, no dudó en arrojar todo lo que llevaba dentro encima de su cogote, tuviera estudios o no
(menos mal que aún no estaba en edad de marranear, y comer Mac menús, que su dieta aún estaba a salvo con leche de mamá y papillas de frutas, aunque tengo que reconocer que las papillas de fruta vomitadas huelen mucho peor que unos nuggets vomitados.) A mi cuñado se le quedó una cara de "No puede ser!", mientras arrugaba la nariz, sus ojos se achinaban, y se quitaba al bebé de la cabeza.  A quién se le ocurre coger un bebé recién comido,  ponérselo al cuello y dar vueltas sobre su eje cómo un tiovivo, pero más rápido, mucho más rápido, cualquiera que sepa lo básico en física, sabe que una fuerza centrípeta parada en seco, lo mínimo que te provoca es un estómago revuelto, y sobretodo si acabas de comer y aunque no sepas nada de fuerzas centrípetas.....precisamente los bebés tienen una facilidad para echarlo todo, los muevas o no.  



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