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martes, 24 de julio de 2012

Silvia Balboa

Y ayer me metieron un piño, aunque debería decir más bien una piña, y, más que metérmela me la lanzó mi hija mayor sin querer... ella la lanzó con todas sus fuerzas para mandarla lejos, yo la intercepté bien cerca. Ahora parece que haya tenido un encontronazo con Rocky Balboa (ayer cuando se lo explicaba a un gran amigo me equivoqué y dije Toni Balboa... estoy llegando a unos  límites de Alzheimer acojonantes!!! Pero, ahora que me fijo, desde luego que caprichosa es mi memoria que se equivoca en lo más fácil y me acuerdo de lo más difícil....) Así que una piña me descuajaringó el día, la nariz, una mejilla y el ojo derecho. La Doctora cuando me vió tardó en creerse mi versión de los hechos... De hecho no se le han relajado las facciones de su rostro hasta que he comentado ... "Y claro al vivir sola con las niñas..." Y creo que ha sido en ese momento que ha borrado algo de lo que ya había tecleado en el ordenador... Violencia de género Lo curioso fue que cuando recibí el impacto me brotaron las lágrimas de forma salvaje, lloraba y lloraba sin  consuelo y de forma demasiado "sonora" para mi gusto teniendo en cuenta que me hallaba en una playa abarrotada de gente, lloraba y lloraba en el agua donde recibí el "piñazo" y lloraba y lloraba mientras salía de ella. Seguía llorando desconsoladamente mientras iba hasta la toalla, la cual para mi sorpresa quedó manchada de sangre y entendí que no había sido un golpecito, sin más. Tenía un corte en la mejilla y otro profundo en la nariz. Mi ojo izquierdo ya lleva días algo pachucho, ahora ya se había sumado el derecho, así no me queda más que una visión de china mandarina. Genial! Para mi sorpresa 20 min. después seguía llorando desconsolada, con mis hijas a mi vera con el mismo desconsuelo y la misma sorpresa....Había abierto la caja de Pandora, la vida me había asestado un pedazo de golpe en la cara para ayudarme a llorar todo lo no llorado. y lloré y lloré, y lloré por no tener una infancia que recuerde, lloré por mi madre por todo lo que me ha dado y todo lo que yo le he quitado y lloré por no querer suficiente a mi padre, y echar tanto de menos a mi padrastro; lloré por todos los que abusaron de mi y también lloré por los que por mi fueron abusados. Lloré por todo el odio que destroza el universo. Lloré por la soledad, el agotamiento y la enfermedad, lloré de esperanza por el amor, la salud y la abundancia que se que vendrán a mi irremediablemente. Lloré por tanto dolor en el mundo, lloré por la injusticia, el hambre...  lloré por la declaración de la renta y por lo que en la vida no he declarado y lloré por mis amigos, aquellos que ya se han ido sin dejar dirección, por los que si la tengo pero nos pierde el abandono, y por los que ya no me quieren desde su ignorancia y por los que yo ignoro. Lloré por los incendios, por los que andan quemados por los indignados y los dignos.   (Esto empieza a parecer un anuncio de Coca-cola). Y lloré por los que no hay manera de que se vayan y dejen de esparcir infelicidad por el mundo, lloré porque existe el Papa y un Rey, y porque no, lloré porque ha existido Hitler y Rajoy que sigue existiendo. Lloré por la indecencia de los que se tapan, y la decencia de los que van desnudos. Llore por mis hermanos.  Lloré por mis hijas, por enseñarme el amor infinito, por quererme a pesar de mi locura, a pesar de mi mal genio y mi mala cocina. Lloré por las madres solteras, y lloré aún más por las mal acompañadas. Lloré por los abandonos, por la dejadez y por lo absurdo del momento, lo absurdo de mi psoriasis, lo absurdo de quedarme calva con lo que me gusta ir despeinada y estaba tan desbordada que antes de quedarme seca, lloré por mi y por ti.....
Y sinceramente agradecí ese brutal y repentino dolor que por fin me ha ayudado a liberarme de otro tanto dolor que era ya insostenible y tan pesado de llevar y  ahora ando algo ligera, con cara de boxeador, eso si, pero más ligera. 
Buenas y cortas noches