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martes, 8 de mayo de 2012

La Mar Salada o cometas en la arena

Como siempre se me va acumulando la faena y atrás van quedando anécdotas y anécdotas que quedarán en el olvido y no podemos permitirnos saltarnos unas risas con los tiempos que corren, y mucho menos ahora que me he enterado que el fin del mundo es ya este 20 de Mayo!! A ver si me da tiempo por lo menos a estar sana como una manzana justo para dejar un bonito cadáver.
Hace ya algún tiempo que tomé la decisión de cambiar ciertas cosas que parece que no funcionan, y una de esas cosas es dejar de hacer lo contrario de lo que me gusta. Se acabó caminar hacia la montaña cuando lo que realmente me gusta es la playa... Eso es, nos mudamos a la playa!  Mientras mis hijas acaban el cole, iremos acomodando nuestro nuevo hogar durante los fines de semana, que si los cuento tampoco quedan tantos.
El cambio nos hará bien a todos, estoy segura. Pero de momento todo sigue igual que estaba. El puente de Mayo es el primer fin de semana que hemos pasado allí y menos mal que era uno de esos findes largos porque aunque planeé salir el sábado por la mañana no conseguí arrancar hasta el domingo por la tarde... Si el próximo fin de semana llevo el mismo ritmo ya no hará falta que vaya...
Hemos ido a la playa, por supuesto no hacía buen tiempo, faltaría más... HA HECHO UN CALOR IMPRESIONANTE TOOODA LA SEMANA, hasta que decidimos ir a pasar el fin de semana a Cubelles, claro! Un fresquitooo, unos nubarronesss, un vientooo... Así que como hizo viento nada mejor que ir a la orilla del mar a llenarte los ojos de arena y jugar con la cometa que lleva 6 años en el maletero (que yo creo que ya no debe saber ni que es una cometa, se debe creer que es una alfombra de maletero de coche).
Estuvimos más de una hora intentando levantar la dichosa cometa, pero como creía ser una alfombra de coche no había manera, solo quería ir a ras de suelo... Bueno menos una vez que hizo un amago de elevarse solo el tiempo suficiente para estamparse en mi cara. Yo les dije a mis niñas que no se preocuparan que es que no era un buen día para las cometas (lo se, soy malísima para arreglar momentos de crisis, jejejje) y la mayor me miró arqueando las cejas y haciéndome seguir con su mirada la cometa de un  cacho de profesional que no paraba de volar y flirtear en los cielos (si, si pero su novia muerta de asco en la toalla, así que no era bueno en todo eh!). En fin, que decidimos que no era importante por donde fuera la cometa y acabamos haciendo un concurso de a ver quién la arrastraba más metros, aunque la peque parece que no lo entendió y solo tenía una cosa en mente, rodearnos con el hilo, dando vueltas y vueltas hasta que ya no podíamos ni movernos y la verdad acabamos las tres muertas de risa, así que a quién le importa si va por tierra o por aire.  A quién le importa que estuvieramos rodeadas de cometas voladoras, cuando lo importante era que estaba más que claro que este cambio es de los  buenos, se nota a la legua que aquí seremos la "mar" de felices!.