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martes, 13 de enero de 2015

Venezuela Mon Amour

Venezuela Mon Amour.
Las mejores vacaciones de mi vida, con diferencia. Por mi juventud, por el lugar, por el modo de viajar, por la compañía, por las personazas que nos encontramos allí, por....
Carlos, la sonrisa de Carlos, sonrisa con ojos tristes. El cazador de serpientes. De él me llevé una canción, una mandíbula de tiburón, 27 polvos (en el increible tiempo de dos semanas, de las cuales no nos vimos todos los días, ozú!) y un embarazo... que ahora no se como se diría pero si se cuantos años tendria... 17 añazos.
Es como otros tantos hombres que me encontré en el camino, que dejaban mucho menos de lo que en el fondo deseaban dar y aún así a mi me pareció suficiente, aún así me dedicó una canción, y aún así me comía con la mirada, con esos ojos de dulce de miel, cada vez que que nos encontrabamos, ... Dicho esto yo supongo que no di todo lo que deseaba dar tampoco, así que ... empataos. Me pareció magnético, me pareció misterioso, me pareció atractivo, atractivo para mis ojos de mujer todavia arrastrando mis pies de niña (ya lo se, tenia 27 añazos pero que quereis, aún ahora me resisto a dejar de serlo). Y uno de los errores más notables por su inmensa enormidad (porque de los otros,- de los standard- obviamente son incontables) que creo haber cometido en esta vida es haber amado demasiado y dejarlo pasar, no darme cuenta, hasta que lo he visto pasar y alejarse, y lo más ridículo que he hecho es disimular, disimular el amor profundo que sentía en ese momento disimularlo con indiferencia, indiferencia empujada por el miedo aterrador a ser vulnerable, y dejarme llevar por los pensamientos y opiniones de terceros, cómo si ellos estuvieran en nuestra piel, como si ellos respiraran nuestras emociones invadiendo nuestros poros, como si ellos fueran a estar cuando las cosas se ponen feas.... Siempre he tenido esa costumbre, de disimular y de sentir ese miedo aterrador a mostrar la dulzura que salia de mis poros, tenia miedo a mostrar todo lo que sentía porqué no quería que se rieran de mi, esa costumbrre de seguir al pie de la letra las opiniones y decisiones de otros, como si las mias no valieran lo suficiente para arriesgar y las de los otros si, a cuento de qué? si total se equivocan igual,  lo cual me convierte en una cobarde y una gilipollas consumada, y que me decís de intercambiar lo que siento por indiferencia total, como si alguien saliera ganando, no gana nadie, no gana nadie joder.
Bueno a ver si consigo explicar este viaje mágico en todo su esplendor, la verdad es que si, fue absolutamente orgásmico (jejejejejeje, este comentario no pretende tener nada que ver con el sexo pero vamos también fue orgásmico por eso, bueno, más bien, multiorgásmico)
Imaginaos a dos jovenzuelas más perdidas que un calamar en el desierto, en el aeropuerto de Maiquetía, con un equipaje ligerito teniendo en cuenta que todo era improvisación e ilusión, pero ibamos cargaditas del miedo ajeno que te meten en los bolsillos (menos mal que hacia calor y nos dejamos las chaquetas para otro viaje) "Cuidado porque allí... (una vez hechos los comentarios lanzados así, al aire, de supuestas violaciones, asesinatos, robos, hurtos y delincuencias varias que podríamos sufrir, ya me conoceis, los guardé todos en no se donde y me olvidé en  no se donde de ellos y desde luego ni Tere ni yo llegamos a ver ni un solo percance, ni violencia ni nos quitaron nada de nada, bueno si, el desayuno, pero vamos, nos hubieramos pasado aquella mañana en una terraza de la plaza "Veteasaber" (que quereis hace casi 20 años, aún estoy flipando de que me acuerde de que hice ese viaje, pero acordarme del nombre de la plaza ya me parece ...), pidiendo desayunos sin parar para que aquellos niños se alimentaran de lo lindo, cada vez que pediamos un zumo de papaya aquellos mocosos con camisetas Desigual se los bebian en un abrir y abrir de ojos (claro, no los cerrábamos porque si nos roban qué!, eh?). Y se comieron las arepas y nos lustraron las chanclas.
Así que después de la experiencia decidimos que un dia y una noche en Caracas era más que suficiente y nos fuimos a la mañana siguiente.
Y yo con vuestro permiso me voy a  dormir porque sinó mañana no voy a ser persona...
Mañana más.