Vistas de página en total

viernes, 1 de febrero de 2019

Casi muero por todas las lágrimas que no derramé

Estos días estoy muy cansada, parece que no haga nada, parece que no produzca nada, parece que no me dirija hacia nada, parece.....que todos son pérdidas a mi alrededor, mi estimada, fiel y llenísima de amor, Cuore de la que hasta ahora no he sido capaz de escribir su nombre, ni hablar de ella, las personas con las que aún tengo una relación especial aunque estén lejos o cerca, no paran de darme noticias de muertes o enfermedades graves, pero no me sorprende que ocurra por la cantidad sinó más bien por la repentina y sorprendente poca distancia entre esos sucesos, que te hacen, de repente activar tus antenas de alerta, y amar más la vida y volver a tener ese miedo tan necesario y tan desconocido para mi.
Pero lo cierto es que hoy es un dia especialmente liviano, no siento culpa, no siento carencia, no siento dolor, ni siquiera angustia, por primera vez en mi vida no siento melancolia, y aunque siento mucha tristeza y ganas de llorar, muchas (lo se por ese nudo que tengo en la garganta al lado de mi amígdala izquierda desde hace horas), esta vez es bien, esta vez me lo permito y me lo perdono, porque por primera vez siento que me lo merezco, por primera vez respeto mi sentir e incluso lo disfruto. Y ya lo escribí una vez, pero hoy me reitero con fuerza si digo que hoy me enamoré de mi, otra vez. Pero la rareza del asunto es que hoy no me siento desdichada, mi alegria y mis ganas de vivir se aferran, más que nunca, con fuerza extrema, a las paredes del micromundo que creé, apenas sin darme cuenta, borrando toda sombra donde me acompañan mis dos seres de luz que me iluminan en este caminar, abrupto pero lleno de infinitos colores, y a las que agradezco cada minuto que pasa con o sin ellas, por toda esa fuerza que me devuelven desde el día que la invertí en ellas, sin dudarlo, sin miedo, teniendo por fin algo certero en mi vida, os traje porque os tenía que traer, o me elegisteis porque tenía que ser yo y no otra, es la única verdad absoluta que me ha quedado después de medio siglo de lucha, de mucho dolor, pero también muchísimo placer,y lo hice a pesar de todos los pesares, lo hice incluso intuyendo que iba a ser duro, incluso sabiendo que mi cuerpo iba a dejarme seca, iba a poner toda la carne en el asador, toda la poca energía de la que disponía y toda mi salud y con toda mi soledad. Casi resbalo, no se porque he puesto un "casi" si resbalé por completo, perdí mi salud hasta el punto que todos creyeron de no retorno, pero valió la pena. Solo mirarlas me recargan el alma, me devuelven al punto cero para poder volver a empezar, me hacen olvidar por completo todas mis miserias y las del mundo exterior, y veo en sus ojos su perdón, su mirar de viejas niñas su amor puro y duro, dulce y cruel al mismo compás. Y mi perdón es también una fortaleza  que quizás en otros tambalea, pero en ellas es una fortaleza indestructible, a pesar de su distancia a pesar de su desorientación, a pesar de sus falsas creencias, a pesar de su ignorancia envuelta en pura inocencia.
Hoy me siento más poderosa que nunca, por permitirme vislumbrar mi debilidad, mi soledad, mis grandes errores, mis enormes pérdidas y a pesar de todo, mis grandes riquezas. Mis amigos que ahora los veo con tanta claridad, con tanto amor, ahora los diferencio y se quienes son, lo se porque siento tanto amor, tanta dicha y tanta paz cuando los visualizo ...cientos de fichas de dominó que cayeron al vacío, sin retorno, sin piedad, ni compasión. Pero las fichas que quedaron formando una figura robusta y mágicamente sellada en mi corazón, esas, que ahora son inesperadamente pocas.

Hay quien me hizo recordar que en el proceso mágico de crear la vida de otro ser , eso que los hombres no sentirán jamás, muchas mujeres sacrificaron sus vidas, perdiéndolas entre pañales rebosando mierda, olvidando por completo quienes eran y seguir muriendo en vida; o peor aún, perdiendo algunas la vida, no llegando siquiera a experimentar su maternidad. Pero yo fui una privilegiada, privilegiada por mi carácter, privilegiada por mi valentía , privilegiada por mi abundancia que me ha permitido saborear el agridulce sabor de mi maternidad algo tan sagrado y tan envuelto de misterio que en mi caso fue tal sorpresa......yo no quería traer hijos a este mundo, verdaderamente cruel y devastador...  Nunca podría haber imaginado aunque me lo explicaran mil veces, aunque se deshicieran en mil y un detalles, mi imaginación a la que yo hasta entonces creía ilimitada e infinita, ni llegó a sospechar, ni a rozar mi realidad, mi imaginación se quedó estupefacta, congelada ante ese alud de sensaciones, de sentimientos, mis sentidos, todo de un color y olor intenso.  Di por hecho que la vida me había traído para otra cosa, pero ahora otras almas benditas me han hecho verme, retirando escombros residuales, mi verdadera luz, mis potentes destellos mi indescriptible, potente, coherente y cruel sinceridad hacia todo y todos sin perder mi alegría, mi sonrisa, esa arma vital que me ha acompañado desde mis pocos días de vida, ya sabiendo que no te puedes fiar ni del cordón que te alimenta....y ya se porqué vine.
A mis hijas.