Hoy es de esos días en que te fijas más que otros en tu alrededor. Hoy he contado el record del mundo mundial de familia en la playa... He contado 23 entre personas y personitas, pero seguro que se me ha escapado alguno que andaría retando las olas. Veintitres personas con sus dos carpas y sus 4 parasoles y como no, acompañados de sus 15 sillas, seguramente porque pa los niños no hace falta q nunca se sientan, y para comer pues dos tandas como se ha hecho toda la vida. Me ha dado envidia, de repente, me ha dado envidia. Yo quiero una familia grande llena de niños dando vueltas, Y Cuñaos que se pelean y hermanas que chismorrean y la abuela que gimotea pero nadie la escucha... Quiero una familia grande de las que hacen ruido y pocas nueces pero se traen la tortilla de patatas a la playa, y montones de tuppers llenos de escalivadas, ensaladillas y patatas fritas... y la quiero ahora porque ahora precisamente mi familia anda algo desperdigada, esparcida por el mundo que ya le gustaría a la ONU tener esa capacidad para esparcir desalmados. Mi madre y mi hermana en Japón, mi otra hermana en Ibiza, mi hija mayor con su papi, mi otro hermano en materniland y mi peque en el planeta de la risa... Y claro, veo una familia gigante y de pronto quiero una!
Aunque debo confesar que se me ha pasado la envidia un poco cuando he oido a un miembro femenino de la familia gritarle a su niño de 6 años "Degüervele el fribi a tu helmano o de un tortaso te reviento la cara q no te va a quedá ni un diente en la boca"!
Otro record mundial que he descubierto hoy es el de la originalidad de los padres de hoy poniendo nombres a sus hijas.... Hoy mi hija ha jugado con tres niñas, una en la playa que ha sido el colmo, no solo se llamaba como ella sino que además nació el mismo día. Otra en el parque, mismo nombre. Otra en el paseo marítimo, adivinad cómo se llamaba... pero es que esta última además se parecía y todo!!
Otro record mundial de hoy ha sido mi paciencia, la cual pensaba haber perdido, pero parece que no, que la he recuperado porque mi hija preciosa y repetida infinitamente por el mundo se ha pasado 20 min. de reloj poniéndose una sandalia y ni se te ocurriera por favor acercarte a ayudarla! Es ahí donde mi cabeza ha salido disparada hacia pensamientos profundos e introspectivos del tipo "Manda Cojones!" Luego viendo que realmente la cosa iba para largo ya me he dedicado a pensamientos menos sublimes y he pensado en mi alma, mi alma de barro. Se que es de barro porque la han moldeado personas, lugares y experiencias que han dejado grabados marcas, dibujos y garabatos de colores algunos preciosos, algunos detestables, pero todos igual de profundos, igual de necesarios para crear lo que soy hoy. Pensaba que una vez el barro se ha secado ya no hay nada que hacer .... No es verdad... hace poco conseguí mojar mi alma en lágrimas y ahora todo vuelve a ser moldeable, todo vuelve a tener infinidad de posibilidades y eso me llena los vacíos que andaban entorpeciendo mi respiración, eso llena mi horizonte de paisajes nuevos.
Y por fin mi niña, la pequeña, se ha calzado ella sola y hemos podido salir a pasear, y poder oler en la brisa el salitre y la soledad de algunos y oir las risas y los miedos de otros. Hemos pasado por el parque de la abuela ausente y en su lugar ya había una sustituta, pero era joven y nada en ella me sugería nada, posiblemente no la recordaré una próxima vez. Y entonces me he fijado, me he fijado al ver a mi hija peleándose con el camino del parque con su moto de plástico, porque ella por lógica quería ir en línea recta hasta el otro lado, pero el camino en realidad parece más bien un intestino grueso y dónde hay 6 metros de ancho, el camino te hace recorrer 24, y algo que me parecía tan absurdo a mi, le da mucha más envergadura a los que buscan en ese parque su largo recorrido.
La vuelta ha sido dura porque un brazo llevaba 15 kilos de niña cansada y el otro un bolso colgado y una moto en desuso, y bajo mis pies el intestino grueso al que he sesgado en linea recta con todos mis respetos por el diseñador de parques y por todos los corredores que encuentran su practicidad cada mañana... Yo en ese momento solo encontraba soledad y hambre de sofá y tertulia, pero mi hija tiene unas conversaciones insostenibles, y un sueño infantil que la derrumba (gracias al cielo).
Pero como todo siempre anda en equilibrio, el agosto es lo que tiene, que unos se van, otros vienen, y los amigos no paran de llamar diciendo que vienen, que ya llegan y algunos se solaparan y todo y será divertido, y será cálido y sonoro, caluroso, eso seguro. Algunos no llegarán a venir por los devenires de la vida, y otros vendrán para quedarse. Y todos serán bienvenidos a la casa de la risa, dónde ahora también está permitido llorar.
Dedicado a mi amigo Jorge Pueto... Y a Chavelita que ahora es otra vez una estrella