Las cosas parece que se me tuercen, que todo gira hacia el lado que no es, pero al final del día la suerte me ha acompañado tímidamente, cómo escondida entre mis entrañas y mi piel, con media sonrisa, de esas medio picaronas. Llevo tantos médicos, medicaciones, tratamientos, opiniones y opciones que ya no se por donde piso, ni se donde apoyar mi pie en el próximo paso. Pero hay algo que me guía y me salva en el último momento, y me regala la fuerza de mi intuición, algo universalmente angelical.
Me ha sorprendido lo mucho que he buscado al enemigo, me ha costado años encontrarlo, y ahora que me he visto, por fin, se que todo ahora será diferente.
También me sorprende el poco miedo que le tengo a la muerte, y el terror que le he tenido a la vida.
Y sorprendida ando de lo mucho que te aporta la cercanía de un final, y de lo poco que nos aportamos a nosotros mismos cuando se nos olvida que nos estamos muriendo. Porque no se si el trabajar de sol a sol para que otros puedan tener los chalets que vosotros nunca podréis soñar, os deja tiempo para recordarlo, que nos estamos muriendo, que la vida dura poco, que estamos perdiendo el tiempo, que ver el telediario sirve para ensombrecer el alma, pero poco más, y que absolutamente todo lo que nos agobia son verdaderas chorradas.
Solo importa el Aire. Aire. Es gratis, es para todos. Para todos, blancos, negros, ricos, pobres, sanos, enfermos, libres o esclavizados, guapos o feos, tristes o contentos. Y no se acaba nunca. Si se acabara, da igual si estás enfermo o sano o triste o feliz, en escasos minutos dejas de ser. Y, sin embargo, se nos olvida respirar, respiramos poquito, y soltamos poquito aire como si se fuera a acabar, se nos olvida respirar profundamente y llenar los pulmones hasta no poder más.
Y sobre todo se nos olvida amar, amar en tiempos revueltos, es la mejor receta, pero la cocinamos poquito. Aunque tengo que reconocer que a mi el amor me ha envuelto de tal forma que ya no puedo pedir más de esta vida. Estos días ........ Pocas veces me quedo sin palabras... Cuanta gente, cuanto apoyo, cuanta compañía, cuanto esfuerzo derramado sobre mi, todo para mi, y no tengo suficientes "ges" ni suficientes "erres" ni "as" en mi, para poder dar todas las gracias a todo lo que me está pasando.
Y deciros que, cuando algunos me llamáis y me contáis vuestros agobios, que son lícitos, y vuestros, y cada uno lleva su cruz, o su karma... Y yo os hago la bromita para que relativiceis: "-Te lo cambio" y os quedáis en silencio, algunos sorprendidos, otros avergonzados, otros riendo..... Pues, os estoy mintiendo. No cambio nada. Lo quiero todo tal cual, como a vosotros,
OS QUIERO TAL CUAL
GRACIAS
