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martes, 22 de febrero de 2011

ESQUÍ ... ZOFRÉNICO. Cap. 1

Tengo tanto que explicaros que no se por donde empezar y es por eso que muchas veces no empiezo... Venga empezaré por lo más fácil, el esquí.  Mi hermana y una amiga, que de tan amiga hace 30 años que no nos vemos (nuestra amistad es fuerte, aguanta eso y 30 años más si hace falta) han ido a esquiar este fin de semana y a mi me han venido taaantos recuerdos ... Ya os comenté que el deporte y yo somos uno... Pues el esquí es de mis favoritos, estoy segura de que si hubiera insistido podría haber llegado a las olimpiadas. Pero ahora ya es tarde y nunca lo sabremos, pero si podemos saber de MI PRIMERA VEZ!!! Hay una persona en concreto que no me habla desde entonces y no le culpo, aunque algo rencoroso es el chaval que ya han pasado 28 años...
Os lo tengo que explicar porque como siempre es uno de esos momentos tan míos, que no tienen desperdicio. Ya empecé llegando tarde al autocar y sin carnet, y si no recuerdo mal íbamos a Font-Romeu y claro no podía ser! Pues fue, y lo curioso es que no recuerdo cómo narices pude pasar la frontera (bueno, curioso no es, es lo habitual, lo curioso es que recuerde todo lo demás).
Íbamos cuatro, una pareja (que sigue siéndolo, OLE, OLE Y OLE) y una anti pareja que eramos este chico, que pasaba una época un tanto rancia en mi opinión, y yo, que pasaba una época un tanto distorsionada y confusa y de la que, os informo con alegría, estoy a punto de salir.
Del viaje en autocar recuerdo aburrirme soberanamente, porque ya os digo que mi compañero de fatigas estaba en modo rancio y no había manera de sacarlo de ahí. Solo se que los chicos, o sea Mister Rancio y Mister Aúnsigoconlamisma, comentaron que nos ayudarían un ratito, pero que luego ellos se irían a esquiar sin nosotras para disfrutar un poco del día de esquí. Y también se dijo, así casi en susurros que además Mrs, Sigoconelmismo sabía ya un poquito y nos podríamos espabilar solas sin problema. Y así pasó el viajecito sin más. Cuando llegamos yo ya me puse de los nervios... Aquel lugar era perfecto para desmoralizar a un novato desde el minuto 1. Cómo es posible que hagas lo que hagas y vayas a dónde vayas tengas que empezar subiéndote a un telesilla??? Es más, y cómo es posible que se empiece haciendo cola en una pendiente empinadísima para subirse al susodicho trasto!!!!  Yo al ir con un tipo rancio que me hacía sentir más pequeña de lo que ya soy, pues no tuve más remedio que hacer ver que sabía lo que estaba haciendo, así que,  ni corta ni perezosa (no se porque he puesto esta expresión si soy ambas cosas) me enfundé las botas (no sin pellizcarme el índice y pillarme el pulgar, por supuesto) y sorprendentemente me puse sobre los esquís con gran estilo, hice "Clack y Clack" y en contra de mi voluntad salí zumbando pendiente abajo, sin respetar la cola ni tampoco a las personas que había en ella. (de verdad que no se que me pasa con este día que es que no puedo, ya estoy llorando de risa), no hace falta decir que me paró un montículo de nieve que había justo antes de la caseta dónde empezaba el telesilla, y ahí me quedé (y juro que esto es cierto) con la cabeza metida en la nieve y el culo en pompa. Un señor muuuy amable empezó a gritarme en francés, y por el humor que gastaba debía creer que yo era una activista de Greenpeace demostrando mi desacuerdo por el trato a las montañas dándome cabezazos con los montículos. La cuestión es querid@s bloggers que el señor gritar, gritó mucho, pero ayudarme no me ayudó ni un poquito, y claro, estaba hecha un boñigo al final de un montículo y cada vez que intentaba incorporarme resbalaba y volvía a la posición inicial, eso, más el señor ese desgallitándose en un idioma que no entendía pues me ayudó mucho a estar tranquila y relajada y pensar con claridad como salir del desaguisado. Mi cara estaba roja cómo un tomate, y aún hoy no sabría deciros si fue más por aquel simpático galo que por haber tenido la carita hundida en la nieve. Curiosamente esta situación se repitió durante toda la jornada de esquí. Probé todos los montículos que rodeaban las casetas de todas las instalaciones y no hubo una sola persona que se dignara a tenderme una mano, ni siquiera en momentos en los que fuimos dos y además molestábamos mucho, como si gritando cosas ininteligibles nos hiciera levitar y desaparecer. En fin, la cuestión es que decidí dejar de intentarlo, quedarme hundida en la nieve hasta que llegaran mis amigos y aceptar como parte del paisaje a ese señor y adaptar sus gritos al medio que me envolvía (vamos, como cuando duermes y suena el despertador y el sonido de la alarma queda disimulado en tu sueño). Cuando llegaron mis amigos estaba orgullosísima de haber conseguido levantarme, y menos mal que lo hice porque esperé más de 20 min a que llegaran y no se si de color azul me hubieran reconocido. Estaba a punto de hacerles una broma sobre lo tardones que habían sido cuando Mr. Rancio, rojo de ira empezó a gritarme, pero esta vez cosas que entendí perfectamente (y no se qué es peor), estaba enfadadísimo por la vergüenza que le había hecho pasar delante de tantísima gente (veinte minutos de cola os pueden dar un pista de cuanta gente había allí presenciando mi show). Yo no daba crédito! No solo me había abandonado a mi suerte, sino que además me hacía culpable de ser torpe y montar un espectáculo.Iba a contestarle cuando una mano me agarró del brazo y me empujó hacia Mister Rancio y sin saber cómo ni porque algo me empujó las nalgas y allí estaba yo, sentada en un telesilla con un lío indescriptible de palos y esquís y un compañero que estaba más nervioso que Pinocho en la máquina de la Verdad! De repente empecé a ser consciente de la situación, aquel cacharro cada vez subía más alto, y a lo lejos se veía a la gente bajar del telesilla pero... cómo .... es que no se paraba? No me atrevía a preguntarlo pero al final un hilillo de voz salió de mi garganta "Esto....no va a parar para que yo me baje, verdad?" Fue como un detonante, Mr. R. empezó a gritar como un loco "AYÚDENLA, NO TIENE NI IDEAAAAAA" AYÚDENLAAA A BAJAAAAR,  HEEEELP! Vamos a ver, porque habiendo como hay casi 7.000 millones de personas en este planeta tengo que acabar yo al lado de semejante cenutrio? Pues no os creereis lo que pasó a continuación....