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sábado, 31 de enero de 2015

Carlos, el cazador de serpientes (Venezuela, mon amour 2ª parte)

Esto lo hago mucho, el empezar una historia y retomarla muchos dias después, cuando ya nadie recuerda el principio y claro pierde todo el hilo y la gracia, y sinó, lo pierdo yo, para eso estoy, para recodaros que no estais solos, que ya no recuerdo dónde lo dejé (claro, hace semanas que lo escribí).
 Ah si, ya se (era tan fácil como buscar el escrito y releerlo, vosotros podeis hacer lo mismo, si eso) Bueno voy a empezar, que agonía de mujer....

Estábamos recién llegadas, Caracas,1997, pasamos la noche allí, la única noche, en un hotel, que obviamente, ni flowers de como se llamaba, seguramente el más barato de la zona y seguramente nos lo buscaron una pareja maravillosa, conocidos de mi hermano, él se llamaba José (acabo de encontrar una bolsa de papel para vomitar de esas q te dan en los aviones, en la que escribí su nombre), ella se llamaba Encanto (de ella no encontré nada asi que), gracias a ellos tuvimos un viaje en linea recta, íbamos bien, una excepción para contar a los nietos, porque por primera vez en mi vida sabía hacia donde ir (que no necesariamente sabía lo que me iba a encontrar) una pareja maravillosa, insisto. En esa época (ya sabeis hace casi 20 años) no era como ahora, si eras cibernauta, a parte de tacharte de friki tenías casa y amigos en casi todo el mundo, claro que en esa época eran cientos, no cómo ahora que somos millones. En fin, que mi hermano se puso en contacto con ellos y ellos nos ayudaron a centrarnos un poco, a ubicarnos, orientarnos y a saber las cosas básicas: noche, si es en la ciudad o la capital, caca, si es en la selva, mucha más caca; selva y sol, cuidadín, bueno cuidadín en todas partes porque el sol en Venezuela solo se aguanta en la noche cerrada, papaya buena buenísima, el jugo de papaya más todavía; gafas de sol atadas (quién tenga, claro), modos de viajar en Venezuela, dónde coger el transporte, cómo hacerlo del modo más barato, guagua diver, guagua eterna, en fin esas cosas, tan útiles y necesarias para dos "pringadas extrangeras"...  y nos acompañaron a la llegada y a la vuelta de nuestro magnífico viaje, durante el escaso tiempo que estuvimos alli en la capital, (donde lo que más recuerdo es que nos atiborramos de jugo de papaya y fíjate como es mi memoria que aún recuerdo comprar unos cocos y como íbamos Tere y yo con las caritas iluminadas de abrumadora felicidad sorbiendo los cocos, mientras nuestros ojos abiertos absorvian todo lo que podían mientras nuestros pies nos llevaban a ningún lugar en concreto, es lo bueno de estos viajes que no te tienes que preocupar que seguro que elijas la dirección que elijas habrás hecho una buena elección porque seguro que habrá algo que te sorprenderá . Y así pasamos el dia en Caracas. Lo empezamos desayunando en una magnífica plaza llena de terrazas, turistas y niños hambrientos y descalzos, nos parábamos en cada paradita de jugos (habian muchísimos) para tomarnos el jugo de papaya, yo me lo pedia siempre de lo mismo menos una vez, la vez de los cocos, nos sorprendimos, paseamos... y no recuerdo lo que hicimos para comer, se que por la noche quedamos con José y ??? que nos llevaron por ahí para cenar  Era una pareja tan maravillosa que sin apenas haber pasado unas horas con ellos a la hora de la despedida, lloramos los cuatro cómo si hubieramos pelado 50 cebollas al tiempo que masticabamos el chili más potente, en fin, mu exagerao, porque ahora, ahora no recuerdo ni sus nombres. Como tampoco recuerdo los nombres de los lugares que íbamos recorriendo, ya en aquella época tenía muy claro mi poca retentiva por eso iba escribiéndolo todo, lo que no contaba era con la pérdida de la libreta al volver a Barcelona, no retuve ni la libreta … vaya tela, así que allí se quedaron nombres, personajes, lugares y momentos irrepetibles (iba a escribir inolvidables, pero claro jajajjajjajajja), e incluso dibujos y alguna foto. Así que, haré lo que pueda. Lo único que me quedó claro es que él se llamaba Carlos.
Recuerdo la sensación de alegría y libertad permanente, cuando cogimos la guagua yo respiré profundo y se me cerraron los ojos y mis labios dibujaron una sonrisa, como si todo mi cuerpo ya supiera ... eso si se me quedó grabado- las gallinas dando por saco, eso, también lo recuerdo, y las gotas de sudor, que me hacian cosquilllas por la piel húmeda de mis pechos, (ahí empecé a iluminarme y a entender porque en esta parte del mundo es tan importante y están tan familiarizados con el sexo, joder es que todo acompaña, el calor, la modorra que te entra), igual que se me quedó grabada aquella niña que sonreía continuamente y no se le oyó ni una queja en todo ese largo e incómodo viaje, y no habló ni pidió absolutamente nada, nada en todo el camino, que grande esa pequeña! Cuando en una parada que hizo la guagua le compramos un helado de limón, se le iluminó la cara con una enorme sonrisa, que menos!, y también recuerdo la gracia que me hizo el helado en si, porque metían la limonada exprimida de un par de limones, agua y azúcar de caña en una bolsita de plástico transparente y lo congelaban así mismo (parecía un cucurucho de esos de chuches, pero solo de un color, “liso limón”- ahora ya me puedo hacer diseñadora de moda, me acabo de inventar un color absurdo dónde los haya-), mordías la puntita de la bolsita y ya! Si en los paises que nos hacemos llamar desarrollados fuéramos tan prácticos y nos facilitáramos la vida así, aaaish como cambiarían los conceptoss y las economías. Habrá quien piense, aish pobres, pero pobres nuestros hijos que tienen de todo y encima tienen acceso a una bolsa de chuches de las de verdad, es decir veneno puro, pero eso si, nos gastamos la pasta para rellenarlos de azúcar blanco (yo la primera, eh?), absurda idea que me viene ahora , que suerte ser tercermundista que no tienen acceso a muchas de las mierdas que aquí consumimos sin parar. No es irónica la vida no...
Paramos en Carúpano, un lugar dónde encontramos un hostal precioso para pasar la noche la puerta de la habitación era una cristalera corredera desde la que podias ver y como no, oir el mar, ahí fue donde tuve el primer orgasmo (en este caso, emocional, de los otros hablaremos más tarde, impacientes), en Carúpano (me imagino, me lo he inventao). Allí ya notamos el cambio brutal, dejando atrás Caracas ya la civilización quedó como concepto, como palabra que conociamos todos sin duda, pero que no volvimos a ver hasta que volvimos a casa.  Allí conocímos a Miguel (que tranquilamente podria llamarse Raul, Anacleto o Jose Carlos porque no recuerdo los nombres de los profes de mis hijas de este año, me voy a acordar del nombre de este chico...mira así de repente me apareció el nombre de Franklin, será así como se llamaba? allí habían muchos Franklin así que seguro que acierto) que nos llevó en su lancha a playa Medina, una playa preciosa, de ensueño, y nos llevó a un restaurante que supongo que sería amigo suyo y le traía a todos los turistas que podía….. (en este escrito todo lo supongo ya os lo digo ahora para no repetirme) (me repetiré tol rato igualmente cómo si lo viera). Bueno por dónde iba, ah si que Franklin nos llevó a todas partes, la verdad es que todo el mundo era muy amable no se si es porque nosotras pecábamos mucho de sueltas pero la verdad es que en todo el viaje no nos encontramos en ninguna sitación desagradable, ni ningún malentendido, allí simplemente eramos felices y descaradas pedíamos y se nos daba (bueno confieso que Tere era más valiente a la hora de pedir que yo) 
San Juan de las Galdonas, nos atrapó, fue mágico y fue una sorpresa que a mi personalmente me duró años, de hecho, ahora que encontré fotos y cartas de esa época no se si acabé de despegarme de aquello, creo que siempre lo llevaré en el corazón. Y ellos ya lo sabían, todos ellos decían siempre lo mismo.. Tardas en llegar a San Juan, hay quien no sabe ni cómo llegó, y las pocas personas que llegan físicamente, aún así, tardan en llegar, su alma tarda en habituarse, pero cuando por fin llegan, se quedan atrapadas, normalmente ocurre casi al final del viaje así que, allí estaban, 10 españoles maravillosamente atrapados en el único punto de Venezuela dónde la malaria arremetió con fuerza. Pequeña y curiosa minicolonia de españoles, habían 10 o 12 en ese pueblo tan pequeño, y nosotras conocimos a unos cuantos, Javier, el dueño de las tres carabelas, la posada dónde estuvimos Tere y yo, ese hombre era muy grande, en cuerpo y alma. Cerca de él se respiraba paz, como en toda la posada, jamás he vuelto a ningún lugar en el que se respirara tanta tranquilidad y despreocupación, bueno, una vez, hace un par de años cuando estuve tan enferma, pero ya nunca más. También conocimos a Carlos, el cazador de serpientes, (y yo debía de ser una,  porque me cazó al instante), llegó allí por evitar una inexplicable cárcel como objetor de conciencia (nunca he entendido estas gilipolleces sociales, pero esto da para otro libro así que no comentaré nada más), Freddy, que junto con Carlos compartían entre otras cosas, la artesanía local y el mismo habitáculo (a raiz de este escrito me he enterado que Freddy volvió a España y murió, según parece tenía Sida, pero nunca  se le desarrolló, hasta que llegó aquí (tampoco diré nada sobre este tema porque ya sería extenderse demasiado y abriría otro punto importante de debate que aquí no pinta nada), es decir, ya hablaré de las p. farmacéuticas en otra entrada exclusiva para ellas, que se lo merecen jjejjejjejeje. Una pareja, que creo que eran gallegos, pero no los recuerdo, ni a ellos ni a sus nombres, Y otro par más, Nacho (que creo que era de Guipuzcoa o cerca, llevaba gafitas y unas historias me lo estoy inventando fijo jajajjajajaja,  y Eduardo (que parece ser que era sobrino de Javier (hablar con Carlos me ha ido muuuu requetebien para refrescar ciertos nombres y entrelazarlos con sus caras),  fue una de aventura digna de “amanece que no es poco” , había un chico venezolano pero que no recuerdo si era Eduardo.... ni flores.. recuerdo a la negra, que hacia el trabajo sucio, lavaba, cocinaba, servía en la barra, hacia las habitaciones, y flipaba con nosotros, supongo (también Carlos me ha chivado su nombre) Chalía se llamaba y se seguirá llamando, lo que dudo es que lo haya escrito bien. A veces traían cubos llenos de pescado fresco, recien sacado de ese mar que teniamos zozobrando a nuestro lado, nosotras pagábamos una miseria a la niña por el cubo y la negra que se llamaba Chalia (gracias Carlos) nos lo cocinaba. Tenia 11 hijos y todos de distinto padre, pero eso no se si era ella o otra mujer., ya se me escapan muchas cosas.
Ah!,El chico que se enamoró locamente de Tere, fue muy romántico, la verdad. Estábamos sentadas en la mesa de la fonda comiendo y esperando el pescado, pero en vez de pescado, Chalía nos dejó una flor encima de la mesa, y cuando estaba a puntito de puntualizar que en España cuando decimos pescado nos referimos a un animal que nada en el agua, ella nos señaló con una sonrisa hacia la puerta forjada que daba a la calle, y allí asomada se vió su cara risueña y algo turbada, por la vergüenza del momento supongo, se llamaba X  y se hizo una casa con barro y culos de botella en la playa, alucinante, la verdad es que cuando entrabas te debas cuenta de que práctico y funcional era eso de las botellas, sobretodo en los días frios porque en aquella casita no pasabas frio ninguno,  él y Carlos nos llevaron a sitios paradisíacos, alucinantes, dónde no había ni un alma, y nos poníamos desnudos al sol, un dia quiso hacernos una demostración de sus habilidades (supongo que es ese instinto animal que nos vence a todos, sobre todo a ellos, que en un subidón de testosterona les entra aquella necesidad imperiosa de ganarse a la hembra demostrando de lo que son capaces) y se subió a un cocotero altísimo para bajarnos un par de cocos, y nosotras, desde abajo babeando, claro, pero lo que no esperaba nadie es el avispero que había mimetizado entre dos cocos, así que imaginaos que momento...un hombre subido a un tronco de 10 metros con la única sujeción de sus brazos y sus piernas, evidentemente sin ningún tipo de seguridad, a pelo, no se podia soltar para defenderse de aquellas enormes avispas caribeñas (hay quien dice que son tan enormes que van con chupa de cuero y gafas de sol y si no las llevan es q han estado en Caracas y se las han pispao) total que le dejaron la cabeza fina. Y supongo que la adrenalina que despedimos los cuatro con el suceso fue de órdago, porqué, obviamente, importancia no le dimos ninguna, Carlos y yo acabamos follando como salvajes en una minigruta que encontramos en esa playa, pero mini, mini, que solo cabíamos estirados y si era uno encima del otro, si no, nanay, pero de salir corriendo a buscar ayuda o ir a la civilización, al lugar más cercano dónde socorrer a X, ni modo, si allí se estaba arrechísimo (esto lo acábamos diciendo Tere y yo jajajajja, no se decía nada más en Venezuela).

Siempre pienso que hubiera sido de mi vida si hubiéramos comprado el cafetal que nos ofrecieron por un precio irrisorio y si hubiéramos contestado afirmativamente a la llamada de la selva, y si nos hubiéramos ido a vivir a la isla de Coche y si hubiéramos montado el hotel alternativo que soñábamos construyendo una choza enorme, como una churuata (que es como le llamaban a las chozas indígenas) las hacían con palos, aneas o espadañas, palmas cañas de bambú, paja, etc(vamos que era fácil hacerse una no? toda la materia prima estaba a nuestro alrededor y con ayuda de X que era un experto. Entre infinidad de“Y si hubiéramos” quedó un regustillo amargo en nuestras entrañas, por lo menos a mi no me sentó bien abandonar aquel lugar, ni al hijo que llevaba dentro. Aquella fue la primera vez que ignoré la música celestial que sonaba en mi interior, pero no la primera vez que me decepcionaba a mi misma, ni mucho menos.

Recuerdo también, atardeceres en el cementerio, no se porqué íbamos allí, por la quietud supongo, o según recuerdo para romperla porque nos pasábamos el rato muertos de risa, que mejor sitio q en un cementerio jejejjeej, con Nacho (que mayormente era el detonador de las superhistorias que nos hacían reir) Tere, Freddy, Eduardo, Carlos y yo. Eran los momentos de quietud, de calma, susurros y confesiones, aunque las risas habitualmente rompían ese amusoleo de paz.

Y también recuerdo estar con Carlos en su casa, en la hamaca, la lluvia torrencial caribeña, que es muy escandalosa pero dura poquito, (eso me recuerda a algunos gallitos españoles, ahora que pienso, jjjj) y la puerta que no paraba de sonar ...y yo le miraba con cara de interrogante porque no hacia ningún amago de levantarse a abrir y el me contestó adivinándome, con esa risilla pícara 
-No contestemos, vale? Siempre es así cuando llueve...
Carlos es músico, cuando lo conocí tocaba la guitarra y componía sus propios temas. Y claro, imaginaros a una chica recibiendo de su amante salvaje, rebelde  y de corazón tierno, una canción dedicada, mi cara era un poema y en ese mismo instante acabó de confimarme lo que andaba sospechando, me robó el corazón. La canción tenía el título de Tu eres una princesa Maldita y la escribió en una cuartlla propagandística de un depurativo natural, vamos un laxante y no veas con la propaganda "LA MUERTE PUEDE COMENZAR EN EL COLÓN" , pero a mi eso me dió exactamente igual, en eses momento no había nada más romántico en el universo que ese trozo de papel... Y me nombró reina por un día (no se si eso es bueno o malo, ahora me ha venido ... con lo antimonárquico que es él, y supongo que la república le molaría mucho más no?
...  Y recuerdo nuestros viajes en lancha, cuando fuimos a Santa Isabel dónde vimos las cascadas de agua dulce que dan al mar.
Y la selva que se nos llenaron las piernas de sanguijuelas . Y la primera vez que a Tere y a mi nos pilló por sorpresa la llegada de la noche en plena selva y cómo automáticamente con la caida de la luz, simultaneamente se elevó el sonido de la selva, bestial, bestial y abrumador, se me eriza la piel solo recordándolo.
Acabo de hablar por teléfono con Carlos, que esto no lo he contado, pero me parece digno de mención, curioso más que nada y quien crea en las señales....
Todo esto empezó a partir de unas fotos que encontré. Fueron un detonante brutal de recuerdos, y viendo las fotos iba recordando aquel viaje, que para mi fue de los más grandes y brutales que he hecho, por no decir el más brutal. Porqué me llenó tanto el alma, me despertó los 5 sentidos, me lleno los ojos de imágenes maravillosas, allí empece a respirar a pleno pulmón, tanta abundancia junta, aromas, colores, incluso las brisas había tantas diferentes que las podias diferenciar, pero lo más importante es que allí fue el inicio de mi búsqueda interior, ahí puse un piececillo en la consciencia universal, allí empezó todo, pero solo ahora me doy cuenta, total que entre ese montón de recuerdos, fotos, cartas y demás, había una agenda antigua muuy gorda. Y la abrí pensando en ver su número de teléfono al mismo tiempo que pensé qué absurda eres, maja. Pero no solo estaba el número, sinó que la abrí directamente por la página dónde su nombre estaba ahí sonriéndome. Llamé sin pensármelo y cuando sonaban los tonos me vinieron toooodas las dudas y preguntas sin respuesta. Cómo va a tener el mismo número? Igual con suerte es el de casa de sus padres...Y si me contesta él, quién le digo que soy? Se acordará de mi? Han pasado 17 años... Y me contestó una mujer....

Y sigo otro ratito porque son las 7 d la mañana y voy a flipar iba a decir mañana 
PERO ES HOY CUANDO VOY A FLIPAR!


domingo, 18 de enero de 2015

Sentimientos virtualmente holográficos de 20 segundos

Ayer* fue un día romanticón, fui a correr por la mañana y me acordé de ti, porque la noche anterior, meditando (que ya no se el tiempo que hacia que lo había dejado un poquete de lado) apareció tu cara, la de ese alguien al que nunca he visto pero si imaginado, sentido, y con quién he compartido conversaciones como la que mantuve contigo hace ya muchas lunas y un montón de desencuentros inesperados y fustrantes y curiosamente una oleada de bienestar y profundo agradecimiento me invadieron automáticamente, y digo curiosamente porque no entiendo el porqué, porque las cosas contigo no han sido del todo fáciles para mi.
Corro y tu lo haces a mi lado, si supieras que empecé a esforzarme, empecé a correr la primera vez por ti y para ti y que cada vez que corría, tu corrías a mi lado (mucha imaginación involucrada porque tu ritmo y el mio deben ser algo diferentes jejeje, así que en la cruda realidad te vería alejarte y como mucho quedaríamos en el bar de cualquier esquina dónde me esperarías pacientemente tomando una birra, que digo una... una docena hasta que llegara). Me sorprendió porque, en mi recuerdo fue tan dulce que a veces creo que me lo inventé, que mi cabeza se lo inventó para sobrevivir en esos momentos de brutal vacío, de enorme soledad. Estaba en cama, con esas piernas en desuso, que solo usaba en mi imaginación, y tu me animabas y me convencías de lo que yo era capaz de hacer y que de hecho hice, y me prometiste que mi primera carrera la harías conmigo. Yo me reía. Si ni siquiera puedo andar, una carrera dice... y ahora tengo sentimientos encontrados a mitad de camino entre la inmensa gratitud que siento cuando mis piernas se mueven e incluso corren y la frustración que siento (de la misma magnitud que la gratitud que me envuelve) de no poder verte y no entender porqué.
Y precisamente ayer después de decidir cortar por lo sano y no saber de ti durante un par de semanas, a tu estilo, simplemente difuminándote en el tiempo, ayudándote del silencio, precisamente ayer, que volví a pensar en ti, precisamente ayer que me senté para escribir sobre ti, esto que te estoy escribiendo, yo, que me propuse olvidarte y lo estaba haciendo bastante bien, la verdad, y precisamente ayer mientras te escribía, me escribiste. Ayer por la noche me quedé en silencio en ese intramundo tan mio que hacia muuuchos días que no visitaba y aparecieron esos momentos tan enormes de mi vida, en los que la enormidad residía en sentir lo ilimitado del mundo que no se ve cuando estás limitado en  este que vemos, recordándome lo bien que me hacías sentir y recordé también que lo dejé porque me estaba enganchando mucho a una historia q yo no entendía, porque.... como puede haber un enganche emocional con una persona que no has visto nunca? Pues si, me enganché y mucho pero cuando te dije que cerraba la red social y te expliqué el porqué, me dijiste que a ti te ocurría lo mismo, y solo recuerdo ese momento, solo vencido por el miedo, que siempre va a la cabeza, por encima de la razón y a veces (demasiadas veces) por encima del amor,  ese que da tanto miedo, ese que te da tanto miedo, ese que me da tanto, pero que llegados a este punto también me da pánico. Y recuerdo ese momento tan pequeño, tan minúsculo de mi existencia y sin embargo tan extraordinariamente desmesurado, tan llenísimo de amor... A él también le pasa?.... Esa sensación tan enorme de compartir aunque sea un minúsculo piojo... a él también le pasa....
Ahora ya no se si creérmelo, porque me da la sensación que me das la razón como a los tontos. Siempre me das la razón....y yo siempre crédula, yo siempre ahí.

Me parece que llevo mucho engañándome a mi misma, siempre repitiendo eso de que ya perdí el miedo, porque no lo perdí del todo, en algunos ámbitos de mi vida puede, pero esta visto que sigue estando ahí, porque en las relaciones cojeo, sigo cojeando, sigo perdida, todo está  ahí pasándome para que yo aprenda algo, pero soy una zoquete con piernas que no sabe ver y creo que tu viniste para darme una lección, viniste para que mis ojos vieran, para que mis vísceras sintieran, lo que llevo negando tanto tiempo.  Porque cuando quedábamos, a mi me hacía muchísima ilusión, y me preparaba para el encuentro, se lo contaba a todo el mundo, me depilaba, me ... me depilaba y ya está, jolín que básica, no? Pero cada vez q se acercaba el gran momento, tu desaparecías de la faz de las redes sociales, y así 4 o 5 veces, ya perdí la cuenta. Así que le daba vueltas y vueltas al asunto, y me preguntaba porqué tendrías tanto miedo si en este tiempo (dos años como mínimo) nos ha dado tiempo de sobras para saber si nos caeremos bien o mal o de nuestras debilidades, o nuestros gustos....y lo que me tenía más aturdida...porqué tenia miedo yo?, porqué me he quedado ahí, paralizada en una historia que se ve claramente ya, a estas alturas que no tiene final, pero sobretodo, no tiene principio.
Ya sabemos que nos une el sexo, pero el sexo virtual, pero nos puede más la complicidad, pero virtual también o quizás no debería hablar por los dos, porque quizás esta es solo mi realidad y me estoy equivocando mucho
Y me pregunto porqué volví hasta aquí con tanto empuje, con tanto empeño, con tanta grandeza y poderío, para volver a hacerme pequeña? Por ti?  No creo que fuera eso, distraerme de ese punto que me mantenía erguida en esa cuerda floja que es la vida, no creo que fuera esa tu misión en la vida. Perdí la vista que mantenía en ese punto que me mantenía en equilibrio, la perdí, pero ahora veo que la perdí para volver a encontrarme y reafianzar esa fuerza, ese poder, ese coraje, esa confianza que conseguí en solo 20 segundos (que es lo que se tarda más o menos en decidir tirarse o no tirarse a la piscina) y que me arriesgué a perderlo todo en otros 20 , hasta que llegué a aceptar que todo es por alguna razón, que todo es bien. Por eso se que te tengo que dar las gracias sin duda.






*El ayer se refiere al ayer de cuando escribí esto, que hace ya......

martes, 13 de enero de 2015

Venezuela Mon Amour

Venezuela Mon Amour.
Las mejores vacaciones de mi vida, con diferencia. Por mi juventud, por el lugar, por el modo de viajar, por la compañía, por las personazas que nos encontramos allí, por....
Carlos, la sonrisa de Carlos, sonrisa con ojos tristes. El cazador de serpientes. De él me llevé una canción, una mandíbula de tiburón, 27 polvos (en el increible tiempo de dos semanas, de las cuales no nos vimos todos los días, ozú!) y un embarazo... que ahora no se como se diría pero si se cuantos años tendria... 17 añazos.
Es como otros tantos hombres que me encontré en el camino, que dejaban mucho menos de lo que en el fondo deseaban dar y aún así a mi me pareció suficiente, aún así me dedicó una canción, y aún así me comía con la mirada, con esos ojos de dulce de miel, cada vez que que nos encontrabamos, ... Dicho esto yo supongo que no di todo lo que deseaba dar tampoco, así que ... empataos. Me pareció magnético, me pareció misterioso, me pareció atractivo, atractivo para mis ojos de mujer todavia arrastrando mis pies de niña (ya lo se, tenia 27 añazos pero que quereis, aún ahora me resisto a dejar de serlo). Y uno de los errores más notables por su inmensa enormidad (porque de los otros,- de los standard- obviamente son incontables) que creo haber cometido en esta vida es haber amado demasiado y dejarlo pasar, no darme cuenta, hasta que lo he visto pasar y alejarse, y lo más ridículo que he hecho es disimular, disimular el amor profundo que sentía en ese momento disimularlo con indiferencia, indiferencia empujada por el miedo aterrador a ser vulnerable, y dejarme llevar por los pensamientos y opiniones de terceros, cómo si ellos estuvieran en nuestra piel, como si ellos respiraran nuestras emociones invadiendo nuestros poros, como si ellos fueran a estar cuando las cosas se ponen feas.... Siempre he tenido esa costumbre, de disimular y de sentir ese miedo aterrador a mostrar la dulzura que salia de mis poros, tenia miedo a mostrar todo lo que sentía porqué no quería que se rieran de mi, esa costumbrre de seguir al pie de la letra las opiniones y decisiones de otros, como si las mias no valieran lo suficiente para arriesgar y las de los otros si, a cuento de qué? si total se equivocan igual,  lo cual me convierte en una cobarde y una gilipollas consumada, y que me decís de intercambiar lo que siento por indiferencia total, como si alguien saliera ganando, no gana nadie, no gana nadie joder.
Bueno a ver si consigo explicar este viaje mágico en todo su esplendor, la verdad es que si, fue absolutamente orgásmico (jejejejejeje, este comentario no pretende tener nada que ver con el sexo pero vamos también fue orgásmico por eso, bueno, más bien, multiorgásmico)
Imaginaos a dos jovenzuelas más perdidas que un calamar en el desierto, en el aeropuerto de Maiquetía, con un equipaje ligerito teniendo en cuenta que todo era improvisación e ilusión, pero ibamos cargaditas del miedo ajeno que te meten en los bolsillos (menos mal que hacia calor y nos dejamos las chaquetas para otro viaje) "Cuidado porque allí... (una vez hechos los comentarios lanzados así, al aire, de supuestas violaciones, asesinatos, robos, hurtos y delincuencias varias que podríamos sufrir, ya me conoceis, los guardé todos en no se donde y me olvidé en  no se donde de ellos y desde luego ni Tere ni yo llegamos a ver ni un solo percance, ni violencia ni nos quitaron nada de nada, bueno si, el desayuno, pero vamos, nos hubieramos pasado aquella mañana en una terraza de la plaza "Veteasaber" (que quereis hace casi 20 años, aún estoy flipando de que me acuerde de que hice ese viaje, pero acordarme del nombre de la plaza ya me parece ...), pidiendo desayunos sin parar para que aquellos niños se alimentaran de lo lindo, cada vez que pediamos un zumo de papaya aquellos mocosos con camisetas Desigual se los bebian en un abrir y abrir de ojos (claro, no los cerrábamos porque si nos roban qué!, eh?). Y se comieron las arepas y nos lustraron las chanclas.
Así que después de la experiencia decidimos que un dia y una noche en Caracas era más que suficiente y nos fuimos a la mañana siguiente.
Y yo con vuestro permiso me voy a  dormir porque sinó mañana no voy a ser persona...
Mañana más.

viernes, 2 de enero de 2015

Cosas bonitas que me pasaron en el cumpleaños de Joanlo con Pablo Iglesias

Me he dado cuenta que empiezo a parecerme al Jueves, esa revista que sale los miércoles y que ponen un título de portada pero sugieren un par más, pos yo últimamente lo escribo un mes y lo publico en otro y con cada relato se me ocurren un montón de títulos aunque me corto y solo pongo un par. Bueno empecemos yaaaa...
Hoy*se me llenó el corazón a borbotones porque todo era un continuo de maravillosas sensaciones desde que llegamos esta mañana a Mallorca.


Como ir en el coche y ver los maravillosos colores que dejaba el amanecer entre las palmeras del paseo marítimo










VerlacaradeJoanlo cuando lo despertamos a las 7h de la mañana para darle una sorpresa en el dia de su cumple,
o mirar al cielo y flipar con él (eso no es nuevo, lo hago cada día) mientras me dirigia al chino más cercano para ver si vendian plantas y para comprar calcetines porque mi hija adolescente no tuvo tiempo de dedicarse a algo tan vanal como hacerse la maleta, Y estando en el chino en la sección de zapatos, había una mujer que ya no cumpliría los 60 con unos zapatos en la mano, y con cara preocupada, mirándolos muy de cerca y dándoles vueltas y vueltas como si de un pollo alast se tratara, así que me acerqué por si necesitaba ayuda y me miró adivinándome y me preguntó si podía decirle el número de aquellos zapatos, eran un 39, al parecer demasiado grandes para ella así que le dije:
- no se preocupe señora que le busco unos de su número.
Y dicho esto la que se preocupó fuí  yo, porque cada vez que me ponia a buscar unos zapatos para ella se me caían las cosas de los brazos, primero un par de calcetines blancos, que ella recogió. Luego unas bragas azules, que ella también recogió y luego el par de calcetines negros que ya sabeis, la mujer se agachó y también los recogió y encima me dice que lo siente muchísimo jajajajjaja. La estaba ayudando muchísimo, si, a su edad el ejercicio físico es de vital importancia y creedme yo la estaba haciendo sudar la gota gorda  y eso tiene mérito para un dia de invierno cómo aquel que fuera estábamos a 7 grados. Cuando empezaron a caerse tooodos los zapatos que estaban en el gancho, ya decidí tirarlo todo hasta el bolso y acabar cuanto antes con esa ridicula pantomima. Y ahí explotaron las risas, las mías y las de ella, tengo ese don, qué quereis. Pero automáticamente después se puso a llorar, y me dió las gracias efusivamente y le pregunté porqué lloraba y me explicó que le parecía una gran persona y que habia pocas personas que como yo se hubieran parado a ayudarla sin importarme mi tiempo ni si el bolso se me caía al suelo, estaba a punto de explicarle que eso del bolso carecía de importancia, y que no se me cayó que lo tiré, porque era mi deporte favorito, pero no pude porque ella no paraba de llorar y de hablar entre hipos y sollozos, y de confesarme que nadie había conseguido arrancarle una sonrisa desde no recordaba cuánto tiempo, que el mundo iría muchísimo mejor si hubieran más personas como yo (cuando le expliqué esto a mis amigos de Mallorca se les torció la boca, supongo que se imaginarían el mundo patas arriba, desordenadito y  lleno de personas desorientadas dando vueltas y vueltas sin rumbo fijo, y tirándose en plancha para poder entrar en casa) y que yo le  había recordado a su hijo, que como yo, era una gran persona (espero que fuera más alto que yo, porque en mi, según se mire, tiene su morbo por eso de tener la altura de una colegiala pero para los chicos ser bajito pues es una putada, la verdad) total que me explicó que murió en un accidente con la moto que lo arrolló un camión, un camionero bastardo que iba borracho, dijo, y la abracé y me abrazó, bueno y nos abrazamos las dos. Y ni decir tiene que acabé llorando yo también, claro, cómo no, por su historia, por la de su hijo y por cómo lo contó.
Me habló de cómo se le rompió el corazón en mil pedazos cuando le dieron la noticia por teléfono, el camionero iba bebido, eso se le quedó grabado en la piel en cada poro, dijo. Y luego no paraba de repetir que ahora haría las cosas diferentes, ahora las haría muy diferentes, mucho, decía. Se arrepentía de haber dicho que no y de no firmar la autorización para donar sus órganos, cuando se la enseñaron en el hospital le temblaba todo, le pedían para firmarlo en un tiempo muy escaso, tenía que decidirlo rápido y allí "in situ" y solo imaginar a su hijito desollado y descuartizado en mil pedazos (como se quedó su corazón cuando le dieron la noticia) se negó en rotundo, un no visceral, no podía dejar que le hicieran eso a su hijito, no podía ni pensar en ello, le parecía una aberración,  dijo, como le pareció una aberración el documental que vió al dia siguiente de Miguel de la Quadra Salcedo que explicaba como unas tribus amazónicas tenían por costumbre comerse las vísceras de sus familiares muertos, por la creencia de que comiéndose a sus muertos tendrián su inteligencia, su fuerza  y perdurarían en su interior desde ese momento, y por lo que entendió el también perdió un hijo y se comió un trozo de su corazón y en ese momento sintió asco y un odio profundo hacia aquél hombre. Como ella sentia un profundo dolor en el pecho por aquella grandiosa pérdida, no podía concebir, entender ni aceptar aquella barbaridad.  "Pero me equivoqué, en ese momento me equivoqué". Dijo que en aquel momento cuando le ofrecieron repartir los órganos de su hijo amado entre las personas que realmente lo necesitaban se negó, porque era muy reciente y todo ocurrió a tal velocidad que no le dió tiempo de asimilarlo todo y porque su imaginación se dedicó en profundidad a dedicar en el escaso tiempo que se le dió a fabricar imágenes sin descanso de los trozos diseccionados de su hijo, sus entrañas repartidas a un lado y otro del mundo, su corazón en Vizcaya, su pancreas en Roma y sus pulmones en Cáceres, sus brazos en Toledo... en ese momento no entendió que su hijo no era ese cuerpo, en ese momento el dolor le cegó el entendimiento y no le dejó ver en realidad lo bueno que era para todos, para la gente que iba a salvar y para ella que ahora se sentiría fantasticamente sabiendo que esos órganos sirvieron para alargar la vida de muchas personas y sabiendo que de alguna manera podría sentir a su hijo a través de ellas, sería una sensación de tal magnitud hablar con la persona que llevara sus ojos, tan azules, tan profundos, tan del mar..., tan.... En ese punto de la conversación yo ya no sabía como retener las lágrimas que se agolpaban presionando las unas sobre las otras, así que irremediablemente dejé de retenerlas, madre mia yo solo venia a comprar bragas y calcetines para mi hija, joder.
Y entonces lo vi, solo entonces me di cuenta, cuando le dije ininteligiblemente entre sollozos y farfullando que yo ya no sentía esas cosas porqué la vida me lo enseñó todo en un solo momento que seguramente ese momento fue eterno, porque sinó, no sería posible todo lo que se me enseñó, todo lo que aprendí y todo lo que vi, sentí y comprendí, pero mientras le decía eso estaba llorando como una posesa sintiendo su pérdida como si fuera mia, sintiendo lo que ya no creía, y entonces vi cuanto poder tenemos las personas, cuanto se nos deja elegir, yo elegí sentir acompañando o acompañar sintiendo, pero sintiendo de verdad y yo que creía que me habia vuelto insensible, pero no era eso. Simplemente ya no creo en la muerte como solía hacerlo, pero sigo sintiendo lo que sienten los demás, la sensación brutal de pérdida, el gran vacío que te deja un corazón hueco cuando te arrancan ese pedazo que te acompañó durante largos años, llenándote hasta el último rincón. El echar de menos, la desolación, la soledad, el abismo.

Me pidió por favor verme otra vez, que nos dieramos el teléfono porque necesitaba verme otra vez, porque tenía muchas cosas que compartir conmigo dijo, que sería agradable tomar café en Plaza España y seguir hablando pero ya no de cosas tristes (que manía teneis todos con el café QUE NO ME GUSTA!!) . Así que nos dimos el teléfono y ahora mientras escribo esto me doy cuenta de que esta historia ya es repetida, verdad?
Y abandoné aquel lugar con 6 pares de calcetines, un par de bragas y una sensación extraña, me sentía ligera y libre de un peso que no había sido consciente de llevarlo hasta que lo dejé ir en ese puñetero chino.
Y una vez fuera me di cuenta de que habia estado ni se el tiempo y aún no le habia comprado el regalo a Joanlo, que era uno de los motivos principales por los cuales entre en primer lugar. Pero como la vida es generosa conmigo 100 metros más allá estaba la planta que me iba a llevar a casa del cunpleañero, os juro que esa planta me guiñó un ojo (o una hoja), y me dijo" llevame a casa" (como el anuncio de los langostinos con acento en la "a"), y le hice caso.
Y lo fuerte es que Joanlo me dijo al verla, si es lo que yo queríaaaaaa!
Por un momento me vino a la cabeza cuando tenia 14 años y mis tias abuelas tan monas ellas me regalaron para reyes un blister con una muñequita y una bañera de plástico y yo miré a mi madre y ella me miró con esa cara que solo la saben hacer las madres, con una sonrisa aleccionadora que parecia advertirte....no digas nada, que te conozco, no lo hagas! sonrieee!
Y tambén me acordé del anuncio de aquel niño que gritaba todo feliz y contento: un paloooo, un palooooo!
 Así que el primer segundo de reacción fue una tramenda inseguridad, esa que tenía yo pegada con loctite desde que nací (pero creía que ya la había abandonado en cualquier banco de cualquier parque, jolin) No le ha gustado nada, como si lo viera, vaya! Pero luego resultó que era verdad, que estaba pensando en comprarse una planta como esa hacia algún tiempo, así que me pareció mágico que aquella planta me guiñara el ojo,  a vosotros no? (bueno, a vosotros más que mágico, os parecera un poco preocupante que vaya por la vida comprando plantas con ojos)
.
Otro dia os hablo de que hacia Pablo Iglesias en el cumple (últimamente está en todas partes el tío, qué cansino) que hoy ya es mañana y ya se me hizo tarde.


* Evidentemente el "hoy" se refiere cuando empecé a escribir esto que ya no es hoy que fue otro día obviamente, y ahora que lo he aclarado me asalta la duda de si hacía falta jojojojojo. Estoy fataaaal.

jueves, 1 de enero de 2015

Bienvenido Mister 15

15 ... La niña bonita....
Curiosamente me he sentado delante del ordenador y he abierto el blog. Hacía cien mil momentos que no escribía, megatrillones de minutos, años luz... pero eso no ha sido lo curioso, ha sido la oleada que me recorrió el cuerpo hasta llegar a mis lagrimales y han estallado todos los geiseres de Islandia de forma torrencial creando surcos salados, invadiendo la piel fina, y me pregunto, qué caja de las miles que debo guardar en mi intrauniverso profundo ha decidido abrirse esta vez?, porqué lloro sin parar? porque, ya hace tiempo que el tiempo no se pone en mi lugar? Eso no debe ser... porqué empecé el año sola? ya hace tiempo que existen esos días en los que mis hijas no están, una por decisión y la otra por confusión y duda y unos padres separados en cuerpo y alma, y no solo me acostumbré sinó que suelo agradecerlos por que ocurre pocas veces que tengo ese desierto lleno por trillones de granitos de mi misma para mi sola y para dar rienda suelta a ser, sin más nada, sin tis, sin sus, sin sines ni cones, así que eso tampoco debe ser...Porqué me senté por fin a escribir, tampoco, porque ya debería estar acostumbrada a mi caótica constancia. Por mis amantes? que algunos ni siquiera fueron? Eso tampoco debe ser porque precisamente en el momento que estoy viviendo me siento plenamente satisfecha tanto en el amor, como en el sexo  Tengo algo clavado en el corazón? Quizás es eso? quizás es una espina tan pequeña que se me clavó, sin notarla, sin dejarse ver, o quizá sea tan enorme que es imposible divisarla porque soy yo la que estoy clavada en ella.
Nunca pensé que en la felicidad hubiera tanta tristeza, la verdad.
Porqué? Porqué me estoy preguntando porqués? Si se que no existe una respuesta coherente para ellos, creo en el orden universal donde los porqués son inocuos, inútiles, el único que sirve es el porque si, ya tan en desuso.
Las cosas pasan porque tienen que pasar y punto. Nadie le da importancia al hecho de que el sol se ponga cada dia, se volveria grande el hecho de que no lo hiciera.
La perfección no es real, la realidad no es perfecta, pero eso también lo sabía. Así que lejos de querer comprender, voy a dejar que mis lágrimas fluyan y practicar la aceptación esa de la que tanto hablo.
Bueno llevo 20 min. escribiendo y aún no he puesto una letra de lo que pretendía ser esto...
Quería deciros que este año lo empecé sin bragas rojas, sin mis amigos del alma, sin miradas mantenidas en los brindis y sin embargo he empezado el año con sexo, no os lo digo para hacer alarde de mi vida sexual sinó para que veais que haciéndolo todo al revés tampoco pasa nada, bueno al lío que yo os quería decir:

FELIZ AÑO A TODOS LOS QUE ME HABEIS ROZADO LA MIRADA, DEJÁNDOME UNA ESTELA DE INTERESANTE INCERTIDUMBRE Y UN MUNDO NUEVO POR DESCUBRIR, A TODOS LOS QUE, QUERIENDO O SIN QUERER HABEIS PASADO A SER PARTE IMPORTANTE DE MI VIDA Y HABEIS CAMBIADO EL RUMBO DE LOS ACONTECIMIENTOS SIN DAROS CUENTA, SIN DARNOS CUENTA, DIBUJANDO A TRAZO FINO CADA ÍNFIMO DETALLE DEL PASEO DE MI VIDA, PINTANDO CADA PARTÍCULA DE MI MISMA CON PACIENCIA DE CHINO, CON COLORES, UNAS VECES DE UN INTENSO ROJO PASIÓN, OTROS DE UN FRIO AZUL, PERO AMBOS IGUAL DE IMPORTANTES
 OS AMO A TODOS,  A LOS QUE ME HABEIS JODIDO, A LOS QUE ME MATAIS DE RISA Y AL MISMO TIEMPO ME DEVOLVEIS LAS GANAS DE SEGUIR VIVIENDO, Y LOS QUE ME DEJAIS LA MIEL EN LOS LABIOS,

Y ahora ya mis propósitos para este año.

Dar más (aunque sea por culo)
Amar más
Respirar más (hasta que se rompa el aire)
Mentir solo y exclusivamente para buenos propósitos
Encender corazones
Y
Apagar rencores
Mantenerme en el ahora
Adaptarme
Reinventarme
Mimarme
Escuchar el silencio
Internarme en mis profundidades
No parar de ganar
Correr sin rumbo ni destino, hasta quedarme sin aliento
Olvidar lo que me oprime
No parar de sentir lo que me hace libre
Darme cuenta de lo maravilloso que es que ver en blanco y negro es igual que ver en color.
Intentar e intentar hasta que se convierta en un conseguido
Crear más y destruir menos
Invertir mi tiempo en cosas tan increibles que en vez de vivir parezca que estoy soñando
Odiar el odio
Nadar en la abundancia
Aceptar y aceptarme más
Limpiar mi mirada, limpiar mi pensamiento
Mantener, alimentar y cuidar aquello que me hace volar
Elegir bien
No ver tus miserias sinó ver mis carencias
Trepar montañas imposibles
Esperar menos y congelarme más en el presente (eso en invierno, en verano sería envolverme o bucear en el presente, que apetece más).

Fluir
Incendiar mis sueños de rojo pasión
Nunca hacer daño