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miércoles, 28 de noviembre de 2018

Más que nadie. Pulsaciones y neuras

Hola amig@s, compañer@s, intim@s y no tan íntim@s, hoy es un gran día para mi, para los poros de mi piel que andan revueltos y conectados a mis lagrimales, no podéis imaginar el día que llevo sin salir de casa, sin salir y sin necesitarlo. Sabiendo que lo tengo todo aquí, en el espacio que relleno con mi pack de células comprimiditas y pegadas entre si, que me forman, me moldean, me reparan y porque no, me aman segundo a segundo, hora tras hora,  día a día, mes a mes, en fin toda una vida sin vapulearme, ni sermonearme, solo brindándome la energía, el valor, la fuerza y la sabiduría ancestral de mi genética y por supuesto sin juzgarme, sin presionarme, solo mandándome desde el amor incondicional continuos avisos para que no caiga en el abismo, pero, eso si, respetando mis decisiones y si quiero morir en ese intento absurdo, no intervendrá no me parará, respetará mi  error hasta la muerte, que no el fin, quien me ha querido así? Quién?
Mientras tecleo al son de Primavera o Andare de Ludovico, de Para Elisa de Bethoven,  mientras mi cuerpo entero se estremece (no recuerdo ni un solo orgasmo tan intenso, lo juro), me pregunto porqué, porqué he tardado tanto en regalarme estas sensaciones, porque tuve los cajones de mi vida cerrados a cal y canto, porque me he maltratado tantísimo, porqué?  Porque no me he regalado palabras suaves, o de aliento, porque no me he animado a mi misma, como hice con todos los demás, nunca me vi como la gran diosa que soy, nunca recapacité, ni medí, ni sopesé el impacto de mi presencia en este mundo, pero ahora que me vi, ahora que me recordé en mis escritos, en las cartas de mis hijas, que me hacen llorar inevitablemente, cartas de amigos que nunca más vi pero tienen un gran espacio reservado en mi corazón, mis papeles esparcidos, esparcidos como mis cosas materiales e inmateriales, y mis recuerdos humanos e inhumanos, fotos que me muestran la grandeza de mis momentos que se hicieron eternos porque se quedaron plasmados en papel fotográfico, que se hicieron especiales, porque estabais vosotr@s conmigo, y mis hijas que vinieron a este mundo para guiarme, para enseñarme, y para apoyarme más que nadie (Mia aún no sabe lo que es capaz de dar, sus sentimientos de culpabilidad, ira y rencor unidos a la adolescencia aún no le dejan ver (como nos ha pasado a todos) las maravillas, las bondades, los milagros que esta vida tiene reservados para cuando ella esté preparada para recibirlos, la peque ya nació preparada, pero Mia necesita su tiempo  para encontrar atisbos de amor  por cada rincón del lugar dónde esté y saber que ese lugar, cualquier lugar, será suyo y de nadie más, porque lo hará suyo cuando ponga toda la carne en el asador, todo el amor que posee, esparcido a su alrededor y entenderá que las cosas, igual que las personas, necesitan cuidados, limpieza y atención para hacerse atractivos, igual que yo, que por tercera vez  reconstruí las ruinas de mi vida junto con las del lugar donde vivimos, pero esta vez con más optimismo y fuerza que nunca y esta vez lo hice mio, que no lo es, ya lo sabemos pero yo soy de las que piensa que la tierra es de quien la trabaja, y yo me he trabajado el espacio donde vivimos mis hijas y yo, pero mucho, y podría ser cualquier lugar, porque siempre arrastro todos mis recuerdos, siempre me acompañan allí donde voy, siempre pierdo infinidad de cosas, sobretodo en mis mudanzas, son un cementerio de abandonos involuntarios, pero seguro que en la mayoría de veces me he hecho un favor perdiendo tanto lastre.
Y os prometo que ya no recuerdo porque empecé a escribir, porque lo que si recuerdo es que tenía urgencia para sentarme por algo especifico, pero como siempre... se me resbaló entre las neuronas. Si que es cierto que hoy es el primer día que estoy conmigo más que nadie, que me apoyo más que nadie, y vivo más que nadie.
Y hoy empecé a escuchar, a ver, a tocar y a escribir con mucha más intensidad y hoy empecé a disfrutar del gran Ludovico Einaudi- Me he vuelto una superfan

Porque hoy amo más que nadie