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viernes, 2 de enero de 2015

Cosas bonitas que me pasaron en el cumpleaños de Joanlo con Pablo Iglesias

Me he dado cuenta que empiezo a parecerme al Jueves, esa revista que sale los miércoles y que ponen un título de portada pero sugieren un par más, pos yo últimamente lo escribo un mes y lo publico en otro y con cada relato se me ocurren un montón de títulos aunque me corto y solo pongo un par. Bueno empecemos yaaaa...
Hoy*se me llenó el corazón a borbotones porque todo era un continuo de maravillosas sensaciones desde que llegamos esta mañana a Mallorca.


Como ir en el coche y ver los maravillosos colores que dejaba el amanecer entre las palmeras del paseo marítimo










VerlacaradeJoanlo cuando lo despertamos a las 7h de la mañana para darle una sorpresa en el dia de su cumple,
o mirar al cielo y flipar con él (eso no es nuevo, lo hago cada día) mientras me dirigia al chino más cercano para ver si vendian plantas y para comprar calcetines porque mi hija adolescente no tuvo tiempo de dedicarse a algo tan vanal como hacerse la maleta, Y estando en el chino en la sección de zapatos, había una mujer que ya no cumpliría los 60 con unos zapatos en la mano, y con cara preocupada, mirándolos muy de cerca y dándoles vueltas y vueltas como si de un pollo alast se tratara, así que me acerqué por si necesitaba ayuda y me miró adivinándome y me preguntó si podía decirle el número de aquellos zapatos, eran un 39, al parecer demasiado grandes para ella así que le dije:
- no se preocupe señora que le busco unos de su número.
Y dicho esto la que se preocupó fuí  yo, porque cada vez que me ponia a buscar unos zapatos para ella se me caían las cosas de los brazos, primero un par de calcetines blancos, que ella recogió. Luego unas bragas azules, que ella también recogió y luego el par de calcetines negros que ya sabeis, la mujer se agachó y también los recogió y encima me dice que lo siente muchísimo jajajajjaja. La estaba ayudando muchísimo, si, a su edad el ejercicio físico es de vital importancia y creedme yo la estaba haciendo sudar la gota gorda  y eso tiene mérito para un dia de invierno cómo aquel que fuera estábamos a 7 grados. Cuando empezaron a caerse tooodos los zapatos que estaban en el gancho, ya decidí tirarlo todo hasta el bolso y acabar cuanto antes con esa ridicula pantomima. Y ahí explotaron las risas, las mías y las de ella, tengo ese don, qué quereis. Pero automáticamente después se puso a llorar, y me dió las gracias efusivamente y le pregunté porqué lloraba y me explicó que le parecía una gran persona y que habia pocas personas que como yo se hubieran parado a ayudarla sin importarme mi tiempo ni si el bolso se me caía al suelo, estaba a punto de explicarle que eso del bolso carecía de importancia, y que no se me cayó que lo tiré, porque era mi deporte favorito, pero no pude porque ella no paraba de llorar y de hablar entre hipos y sollozos, y de confesarme que nadie había conseguido arrancarle una sonrisa desde no recordaba cuánto tiempo, que el mundo iría muchísimo mejor si hubieran más personas como yo (cuando le expliqué esto a mis amigos de Mallorca se les torció la boca, supongo que se imaginarían el mundo patas arriba, desordenadito y  lleno de personas desorientadas dando vueltas y vueltas sin rumbo fijo, y tirándose en plancha para poder entrar en casa) y que yo le  había recordado a su hijo, que como yo, era una gran persona (espero que fuera más alto que yo, porque en mi, según se mire, tiene su morbo por eso de tener la altura de una colegiala pero para los chicos ser bajito pues es una putada, la verdad) total que me explicó que murió en un accidente con la moto que lo arrolló un camión, un camionero bastardo que iba borracho, dijo, y la abracé y me abrazó, bueno y nos abrazamos las dos. Y ni decir tiene que acabé llorando yo también, claro, cómo no, por su historia, por la de su hijo y por cómo lo contó.
Me habló de cómo se le rompió el corazón en mil pedazos cuando le dieron la noticia por teléfono, el camionero iba bebido, eso se le quedó grabado en la piel en cada poro, dijo. Y luego no paraba de repetir que ahora haría las cosas diferentes, ahora las haría muy diferentes, mucho, decía. Se arrepentía de haber dicho que no y de no firmar la autorización para donar sus órganos, cuando se la enseñaron en el hospital le temblaba todo, le pedían para firmarlo en un tiempo muy escaso, tenía que decidirlo rápido y allí "in situ" y solo imaginar a su hijito desollado y descuartizado en mil pedazos (como se quedó su corazón cuando le dieron la noticia) se negó en rotundo, un no visceral, no podía dejar que le hicieran eso a su hijito, no podía ni pensar en ello, le parecía una aberración,  dijo, como le pareció una aberración el documental que vió al dia siguiente de Miguel de la Quadra Salcedo que explicaba como unas tribus amazónicas tenían por costumbre comerse las vísceras de sus familiares muertos, por la creencia de que comiéndose a sus muertos tendrián su inteligencia, su fuerza  y perdurarían en su interior desde ese momento, y por lo que entendió el también perdió un hijo y se comió un trozo de su corazón y en ese momento sintió asco y un odio profundo hacia aquél hombre. Como ella sentia un profundo dolor en el pecho por aquella grandiosa pérdida, no podía concebir, entender ni aceptar aquella barbaridad.  "Pero me equivoqué, en ese momento me equivoqué". Dijo que en aquel momento cuando le ofrecieron repartir los órganos de su hijo amado entre las personas que realmente lo necesitaban se negó, porque era muy reciente y todo ocurrió a tal velocidad que no le dió tiempo de asimilarlo todo y porque su imaginación se dedicó en profundidad a dedicar en el escaso tiempo que se le dió a fabricar imágenes sin descanso de los trozos diseccionados de su hijo, sus entrañas repartidas a un lado y otro del mundo, su corazón en Vizcaya, su pancreas en Roma y sus pulmones en Cáceres, sus brazos en Toledo... en ese momento no entendió que su hijo no era ese cuerpo, en ese momento el dolor le cegó el entendimiento y no le dejó ver en realidad lo bueno que era para todos, para la gente que iba a salvar y para ella que ahora se sentiría fantasticamente sabiendo que esos órganos sirvieron para alargar la vida de muchas personas y sabiendo que de alguna manera podría sentir a su hijo a través de ellas, sería una sensación de tal magnitud hablar con la persona que llevara sus ojos, tan azules, tan profundos, tan del mar..., tan.... En ese punto de la conversación yo ya no sabía como retener las lágrimas que se agolpaban presionando las unas sobre las otras, así que irremediablemente dejé de retenerlas, madre mia yo solo venia a comprar bragas y calcetines para mi hija, joder.
Y entonces lo vi, solo entonces me di cuenta, cuando le dije ininteligiblemente entre sollozos y farfullando que yo ya no sentía esas cosas porqué la vida me lo enseñó todo en un solo momento que seguramente ese momento fue eterno, porque sinó, no sería posible todo lo que se me enseñó, todo lo que aprendí y todo lo que vi, sentí y comprendí, pero mientras le decía eso estaba llorando como una posesa sintiendo su pérdida como si fuera mia, sintiendo lo que ya no creía, y entonces vi cuanto poder tenemos las personas, cuanto se nos deja elegir, yo elegí sentir acompañando o acompañar sintiendo, pero sintiendo de verdad y yo que creía que me habia vuelto insensible, pero no era eso. Simplemente ya no creo en la muerte como solía hacerlo, pero sigo sintiendo lo que sienten los demás, la sensación brutal de pérdida, el gran vacío que te deja un corazón hueco cuando te arrancan ese pedazo que te acompañó durante largos años, llenándote hasta el último rincón. El echar de menos, la desolación, la soledad, el abismo.

Me pidió por favor verme otra vez, que nos dieramos el teléfono porque necesitaba verme otra vez, porque tenía muchas cosas que compartir conmigo dijo, que sería agradable tomar café en Plaza España y seguir hablando pero ya no de cosas tristes (que manía teneis todos con el café QUE NO ME GUSTA!!) . Así que nos dimos el teléfono y ahora mientras escribo esto me doy cuenta de que esta historia ya es repetida, verdad?
Y abandoné aquel lugar con 6 pares de calcetines, un par de bragas y una sensación extraña, me sentía ligera y libre de un peso que no había sido consciente de llevarlo hasta que lo dejé ir en ese puñetero chino.
Y una vez fuera me di cuenta de que habia estado ni se el tiempo y aún no le habia comprado el regalo a Joanlo, que era uno de los motivos principales por los cuales entre en primer lugar. Pero como la vida es generosa conmigo 100 metros más allá estaba la planta que me iba a llevar a casa del cunpleañero, os juro que esa planta me guiñó un ojo (o una hoja), y me dijo" llevame a casa" (como el anuncio de los langostinos con acento en la "a"), y le hice caso.
Y lo fuerte es que Joanlo me dijo al verla, si es lo que yo queríaaaaaa!
Por un momento me vino a la cabeza cuando tenia 14 años y mis tias abuelas tan monas ellas me regalaron para reyes un blister con una muñequita y una bañera de plástico y yo miré a mi madre y ella me miró con esa cara que solo la saben hacer las madres, con una sonrisa aleccionadora que parecia advertirte....no digas nada, que te conozco, no lo hagas! sonrieee!
Y tambén me acordé del anuncio de aquel niño que gritaba todo feliz y contento: un paloooo, un palooooo!
 Así que el primer segundo de reacción fue una tramenda inseguridad, esa que tenía yo pegada con loctite desde que nací (pero creía que ya la había abandonado en cualquier banco de cualquier parque, jolin) No le ha gustado nada, como si lo viera, vaya! Pero luego resultó que era verdad, que estaba pensando en comprarse una planta como esa hacia algún tiempo, así que me pareció mágico que aquella planta me guiñara el ojo,  a vosotros no? (bueno, a vosotros más que mágico, os parecera un poco preocupante que vaya por la vida comprando plantas con ojos)
.
Otro dia os hablo de que hacia Pablo Iglesias en el cumple (últimamente está en todas partes el tío, qué cansino) que hoy ya es mañana y ya se me hizo tarde.


* Evidentemente el "hoy" se refiere cuando empecé a escribir esto que ya no es hoy que fue otro día obviamente, y ahora que lo he aclarado me asalta la duda de si hacía falta jojojojojo. Estoy fataaaal.