Esta historia no empieza
por el principio, si no por la mitad de cualquier comienzo o entre el final de
algo que empezó a medias. Esta historia no tiene un comienzo ni un final, si no
que está entre medio de todo, y va de paso hacia nada en particular, pero es mi
historia, una de esas historias como cualquier otra que se encuentra en un
bucle infinito de absoluta certeza de que realmente nada tiene fin ni
principio, nada y todo se transforma pero nunca desaparece.
Ahora que ha quedado
todo claro ya podemos empezar o… debería decir… seguir con una historia ya
empezada.
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