Mira que me he encontrado de regalo de cumpleaños, un escrito del 2003! Con él que me ha recordado quien era y me ha alegrado y sorprendido a la vez saber que los errores que cometía, siempre han estado conmmigo, pero la esencia por descubrir que creía haber descubierto hace muy poco también estaba ahí....Que lo disfruteis!
Rezumaba sexo, tristeza y
desesperación. Mis sueños se habían derramado y olía a soledad mohosa, olía a
dejadez, y el desorden estaba totalmente determinado a vivir conmigo, pero me
repetía una y otra vez… estoy bien, estoy bien, estoy mejor que nunca, mejor
que nunca.
Mi hija se ha ido. Me paso el año
pensando en esos días en q se irá de vacaciones con su padre y yo tendré un mes
entero para mi, para descansar, para recapacitar, para hacer todo aquello que
no puedo hacer cuando ella está aquí, arreglaré la casa, daré largos paseos por
la playa, cine, quizás un concierto, teatro… y simplemente me quedo paralizada,
solo paralizada, solo condenada a recordar q sin ella ya no soy nada, q sin
ella se multiplica por mil mi soledad, la soledad de la mujer sin hombre, de la
mujer sin mujer, de la mujer sin grandes metas, sin grandes ilusiones, de la
mujer a secas, a secas.
A veces juego a contar cuantos
“sin” hay en mi vida y me asusto, posiblemente porque el sin más doloroso, mi
carencia más poderosa es el amor, que tanto me cuesta reconocer en mi misma,
que tanto me cuesta reconocer en los demás, es realmente para mi como un código
difícil de descifrar…Mi hija hace meses que cumplió los tres años, y
seguramente hay quien podría pensar que lo que voy a decir es una brutalidad,
pero realmente he necesitado todo ese tiempo, y es posible que necesite mucho
más para poder llegar a convencerme del amor que siento por ella, aunque ahora
que no está, se a ciencia cierta que la quiero con locura. Por lo que me
gustaría aprender a saber lo que quiero sin necesidad de tener que alejarme
para descubrirlo, a veces he tenido que alejarme más de mil lágrimas del amor
para reconocerlo y en todas esas ocasiones he creado un océano del que no ha
habido barcos para salvar las distancias, quisiera poder verlo de cerca por
esta vez y quedarme con él sin ahogarlo en lágrimas, y sobre todo necesito
aprender a creer que alguien puede quererme, creerme merecedora.
Esta es mi segunda noche de
amasijo de sentimientos, es toda una revolución, es como una feria que me
mantiene en un estado de euforia acompañada de nauseas, es muy extraño, aunque
todos hemos tenido nuestros momentos de ansiedad, de angustia, es lo que nos ha
tocado vivir, es lo que hay. La segunda noche desde que se fue, solo fueron
unas pocas horas y me ha removido todo. Solo quería compañía, solo quería
sentirme amada, acariciada y follada, aunque solo fuera por unas horas, pero me
pregunto que naturaleza me caracteriza para atraer siempre a los hombres más
extraños, complicados y aquellos que parecen saber como hacerte sentir un ser
despreciable.
Lo conocí hace un año más o menos
porque empezó a trabajar de office en la discoteca donde llevo un par de años
trabajando en el guardarropía. Al principio se me antojó un poco invisible,
pero sin motivo aparente una noche se me quedó impregnada en la piel su sonrisa
y ahí empezó mi calvario. Curioso, porque no era un hombre irresistible, sinó
un chico dulce de sonrisa deslumbrante pero sin mucho más que aportar, no
recuerdo grandes conversaciones entre nosotros, de hecho no recuerdo ninguna
conversación, ni grande ni pequeña. Y un día, al pasar por delante del
guardarropía con su barca llena de vasos, Vicky y yo lo seguimos con la mirada
y ella dijo: “Que chico más majo” y automáticamente mi boca se abrió para
finalmente no decir nada, y entonces supe que me gustaba. Y por lo visto él
también lo supo, aunque me cuesta ordenar los acontecimientos, porque según
Vicky a mi me gustan los hombres por el simple hecho de que me hagan caso, es
decir nunca elijo yo, siempre eligen ellos, así que no se muy bien si aquel
primer beso en la boca con los labios húmedos, entreabiertos y exigentes fue
antes o después de verle pasar y convertirlo en el hombre de mis obsesiones de
aquellos días interminables de Agosto. Ese primer beso fue una sorpresa para
mi, él venía de fiesta ese día, yo estaba trabajando y francamente me succionó
la boca y yo me aparté todo lo rápido que puede apartarse una mujer desesperada
y me sonrió, el muy cabrón, usando trucos maliciosos para enganchar a pobres
muertas de hambre como yo, coge y me
sonríe!!!! Pero donde se ha visto, así cualquiera, eso es arruinarle la vida a
una mujer que se siente sola y desamparada, vamos, que va cachonda, hablando
claro.
Como ya podéis imaginar como una
quinceañera me pasé el resto de la semana deseando que llegara el domingo para
verle en la Madame, aunque esta vez yo iba de fiesta y el que trabajaba era él,
y al ir hacia los lavabos nos cruzamos y con la bandeja llena de vasos sobre su
cabeza me comió la boca y yo me comí el sentido común, que seguramente se fue
de paseo con el suyo, porque si alguien nos llega a ver a él lo echan del
trabajo y a mi…. Quizás tres cuartos de lo mismo, no lo se. Cuando recobré la
cordura le separé suavemente y le dije que parara si quería mantener su
trabajo, y él me pidió el teléfono. La cara de Vicky y de Inma cuando les pedí
un boli y un papel, no tenía precio!!!
Cuando le di el papelito con mi teléfono a F. también se sorprendió “Te
llamo, entonses?” No, es para que te empapeles la frente, no te jode. Pero en
realidad de mi boca salió un soso”si… claro”.
Y me llamó, pero la verdad es que
nunca entendí para que, los dos trabajábamos mucho por aquel entonces, en
sendos restaurantes entre semana y en la disco el finde así que solo nos
quedaba un rinconcito los lunes por la tarde al salir yo del restaurante, así
que quedamos que me llamaría para quedar ese lunes, ese caótico lunes, el tenía
que ir al gestor y yo al abogado, así que llamaría el que acabara primero, mi
abogado canceló la cita así que a las cinco al salir del trabajo llamé a F. “Yo
ya estoy!!” le dije con esas prisas que solo las que hace siglos que no retozan
tienen (se nos nota demasiado, ese es el fallo)
y él me contestó con una
tranquilidad apabullante “Uuuuuy pues sho justo acabé de empesar a comer, y
después presiso ir al gestor, creo que sha te lo mensioné, no es sierto?” Y yo
que tengo esta manía de contenerme cuando no debo y de soltar lo que siento,
también cuando no debo me salió un “PERO COMO!! QUE MONTO EL POLLO PARA APARCAR
A MI HIJA Y AHORA NO QUEDAMOSSSSS!!!” Me di cuenta y baje el tono “Bueno y
ahora que hago yo con la tarde por delante?” Fue pensar en alto, pero F. en
seguida encontró solución “Pues váyase de shopping!” que en Argentina debe ser
como mandarte al carajo, no? Mi madre puso cara de póquer cuando me vio llegar
tan pronto, no se atrevía a reírse porque mi cara no era precisamente la de una
persona tolerante y de humor ligero en ese momento, así que mi querida madre aguantando
ese impulso me preguntó muy seria “Qué ha pasado?”.
Volví a
remover cielo y tierra para que mi hija se quedara en casa de mis padres, mi
madre tuvo que ir en tren a buscar a la pitufa a la guardería, para poder tener
la tarde libre y la noche si hiciera falta… y allí estaba yo, sentada en un
banco de la Diagonal esperando y esperando y la cosa empezaba a no tener buena
pinta. En un segundo intento habíamos quedado otra vez a la salida del trabajo,
me llamaba a las cinco y no había gestor ni na que entorpeciera esa tarde, en
principio….. pero a las seis menos cuarto empezaba a estar un poco aburrida del
banco, empezaba a sentir punzaditas en
el culo así que decidí llamarlo yo…”hola? Que no habíamos quedado?” Hola! Uuuuy
es que tengo musho lío todavía vino el técnico del satélite y tengo para rato,
y también el técnico de telefónica,” A mi me salió un “¡No me lo puedo creer!”
a lo que el replicó “Es para que estés más cómoda cuando vengás a mi
habitación”. Colgué el teléfono antes de que todos los dragones y serpientes
que se asomaban por mi boca llegaran a colarse por el auricular del teléfono.
No daba crédito, por segunda vez me dejaba colgada el muy…….. Claro, la cara de
mi madre no tenía precio cuando por segunda vez consecutiva llegué a casa con esa
pinta de lenguado congelado. En fin, recogí a mi hijita y me fui a casa, allí
estaban Andrés y Dani, que por supuesto se rieron un buen rato con la segunda
calabasa argentina. Y lo mejor de todo fue la llamada del pibe a las 11 de la
noche..”QUE! YA SON LAS CINCO EN ARGENTINA?!!”, se oyó una carcajada al otro
lado del móvil, pero a mi no me quedaba ni pizca de sentido del humor. No nos
volvimos a llamar, y dos semanas después dejó el trabajo, así que nunca más se
supo, y francamente nunca llegué a entender que quería de mí.
Pero volvimos
a vernos un año después. Nadie me avisó, pero Israel le volvió a contratar y un
domingo cualquiera de un Agosto que
podía haber sido cualquiera llegué al trabajo, entré en el guardarropía, dejé
el bolso, cogí los rollos de papel higiénico para ponerlos en los lavabos y al
levantar la mirada me encontré con sus ojos y su sonrisa que taparon el resto
del paisaje (lo cual no tenía importancia ya que no había paisaje que admirar).
Por un momento mis pulmones dejaron de renovar aire, mi corazón dejó de renovar
sangre, mi boca dejó de renovar saliva y yo dejé de renovar mis neuronas (según
un reportaje de la 2 parece ser que a mi edad lo de renovar neuronas ya hace
mucho tiempo que no ocurre), estaba en un estado de shock tal que cualquiera
podría haber afirmado que en el guardarropía de aquella discoteca trabajaba una
ameba. Su sonrisa se convirtió en sonido – Hola, ¿Qué tal estás?. Mi estado de
shock sufrió un repentino cambio y de repente me convertí en una mujer super
estupenda de la muerte y le solté un
-¿Cómo tu por aquí? ¿Cómo es que te han dejado volver?
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