Bueno tanto enrollarme y no he dicho para que esperaba aburrida. Para ir a lo que iba a ser mi viaje. El Viaje.
FORMENTERA
Un domingo de Agosto
Ses Illetes
Escribo con los dedos de mis pies palabras en arena, las que el mar con su interminable candor se llevara ... desasosiego, desamor, miedo, ansiedad,
Otra vez aquí, caminando sola con mi desnudez, tan desnuda que se me intuye el alma que a su vez se me derrama en el agua cristalina, salada, transparente y pura, aunque me cubrieran cien mantos seguiría desnuda. Como siento la brisa, como siento este momento tan puro, tan cristalino, tan transparente. Aquí todo es armonía, pura armonía, las piedras en su quietud, parecen troncos, troncos que parecen piedras, todos somos uno. Una piedra le da las gracias a Formentera, y yo, pues claro y yo.
Fundida ando, llena de magia, mi cuerpo desciende para fundirse en las piedras calientes. Me fundo en este mágico lugar, junto con las piedras , junto con la madera dispersa a doquier, junto al azul, me fundo con el agua cristalina y mis lágrimas se funden con el mar, todos somos uno, mis lágrimas, el mar, mi cuerpo desnudo, el olor de la madera húmeda y salada, olor a madera fundida en mar.
Mis emociones amontonadas se equilibran de forma inexplicable como las apachetas que dejan los viajeros pidiendo y agradeciendo a la Pachamama (Madre Tierra) colocando una piedra sobre la otra.
Cuánta magia hay aquí, se respira una profunda paz, y un amor tan profundo y tan infinito.... Cuantos corazones de una generosidad desbordante como su creatividad, han pasado por aquí para dejar su inestimable huella y mis emociones se siguen amontonando y aguantandose milagrosamente por un hilo invisible como las piedras que me rodean danzando junto al mar. Rozo algunas piedras con dulzura, para que permanezca todo intacto, todo quietud, todo nada.
Gracias, gracias, gracias
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