Vistas de página en total

martes, 17 de junio de 2014

FER (2ª parte)

Así que me armé de valor y.... giré sobre mis pies, me fuí a poner los rollos de papel con una sonrisa en la cara que se convirtió en carcajada cuando pensé; Qué rollo tengo!
Me pareció sorprendente con que naturalidad retomamos lo que dejamos un año atrás, estaba acabando de poner el último rollo de papel cuando una mano apareció rodeando mi cintura (si, en aquella época tenía de eso, si). Esa mano me guió hacia el cuerpo al que pertenecía girándome frente a él, al darme la vuelta me atrajo hacia él,y yo como buena nena, sin rechistar deje que sus labios me besaran hasta que los mios reaccionaron y le devolvieron el beso, eso si, rodeados con esa fragancia embragadora, ajajajaajaja, perdón embriagadora, aunque más que un desliz y una equivocación, me parece que no es casualidad, porque si que era embragadora si,  no se si habeis olido un lavabo de discoteca alguna vez (seguro que si), mezcla de agüita amarilla y ambientador industrial, decididamente el olor es embragador. Pero parece ser que no nos molestó en absoluto porque el beso fue largo y apasionado, y el momento bien vale escribirlo, francamente, yo presionada contra la pared, nuestra bocas presionadas mutua y salvajemente, su mano presionándome mi muslo subiéndolo suavemente, vaya que nos llevamos una buena im presión los dos (va de presión la cosa, la que cogí yo después).
Así fue como se activó un eterno tonteo que duró lo que duró la sesión, yo me inventaba mil excusas para salir del guardarropia y darme una vueltecica por ahí, y cada vez que nos encontrábamos buscábamos un oasis de oscuridad dónde besarnos otra vez. Mientras escribo esto me doy cuenta de que en mi vida he ido continuamente en busca de un sinsentido demencial, o viéndolo de otro modo, que soy más feliz que una regaliz o que he sido sumamente inocente o básicamente una solterona desesperada (esto no se si todavía lo soy, está por comprobar). La cuestión es que no aprendo nunca, parece ser...
Cuando quedaban 10 min. para que se cerrara la sesión, todos los "Office" comentaban que se iban a Viladecans a un after y me animaron para que fuera, mi primera reacción de madre responsable fue reirme ante la perspectiva de que yo, dios me libre! iba a ir con aquellos energúmenos (los cuales me caían genial) y empalmar para llevar a mi hija a la guarde! Así que al decirme Fer: Tu vienes? Perdón no dijo eso, dijo: Vosss, venisss? haciendo acopio de mi orgullo y mis valores (sobretodo el valor que me tenía a mi misma) dije: si.
Y a partir de ese momento todo fue in crescendo. Cada vez estaba más nerviosa, cada minuto que pasaba me hacía más pequeña, diminuta. Mi autoestima cerca de mi al principio, apoyándome como siempre decidió irse cada vez más lejos. No se de qué me quejo si todo era más!
Llegamos al after, empezó a bailar, y ahí si, ahí si que lo perdí todo, yo bailaba tipo tablao, o sea como una tabla, él sin embargo, movía el culito que era una maravilla, que bien bailabaaa, y a mi me invadió una vergüenza extrema,  balanceándose con mi extrema inseguridad o sea que me escondí detrás de una columna, lo más normal del mundo.Me perdí en un sinsentido pero lo peor es que era consciente. No, no es verdad, lo peor fue que él fue consciente.
Así que vi como lo que al principio eran los Altos Hornos se convertía sin remedio en Groenlandia (pero en diminuto, ni él ni yo damos la talla para ese pedazo de hielo). Pero algo en mi cambió, lo que en otras ocasiones me hubiera dado motivos suficientes para retirarme dignamente (miento como una bellaca, porque precisamente yo soy una especialista en las retiradas indignas a más no poder), bueno el caso es que esta vez estaba indignada, pero indignadísima, mi cuerpo y mi mente no iban a permitir que se les escapara esa presa taaaanto tiempo esperada, por supuesto que no. De pronto me vinieron esas imagenes que van a años luz por la cabeza cuando uno está a punto de morir, recordando todas y cada una de las veces que habiamos quedado y cómo me había dejado plantada y cualquiera en su sano juicio como mínimo lo hubiera mandado a la mierda, o lo hubiera torturado o castigado con su indiferencia o.... pero yo no, yo no me iba a quedar sin premio, y además lo castigaba porque iba a obligarlo a hacer algo que ya no le apetecía nada, follarse a una ameba. Y yo me iba a llevar el premio gordo.
Pero el premio gordo resultó ser un real coñazo. De repente ya no era aquel chaval encantador que me buscaba por las esquinas, meneando el trasero, si lo seguía meneando era para buscar la salida más cercana, y yo pasé de ser una tabla de planchar con tendencias estáticas a ser una obsesa sexual con intenciones más que moviditas. (que bochornoooo). Total que le dije sin miramientos:
- Yo ya estoy cansada y me voy! Y tu te vienes conmigo.
A lo que él contestó:
- Aaaah! Che! Como te lo agradeescoo, no traje auto!...
Su cara que se me antojó por el tono de voz y todo el conjunto como que me pareció con un poquito de sorna, pero eso cambió drásticamente cuando vio la dirección que tomaba mi "auto".
- Creo que te equivocaste, sho no vivo por aquí!
- Pero yo si!
El resto es historia y si acaso ya lo escribiré otro día o igual no, y lo dejo ahí porque vuestra imaginación estoy segurísima que lo acabará muchísimo mejor de lo que fue.

Bona niiit!

1 comentario: