Supongo que hay días
y días, y noches también, claro, pero llevo 72 horas de risa.
Vale que soy experta en arroz porlan y jamón rallado (si, cortando
jamón soy la leche también, hago unas virutitas de 5 mm para chuparse los dedos), vale que plancho poco (si poco se le
puede llamar a planchar un vestido una vez que fui a la boda de mi
primo en el año… es igual, el año no es importante), y a veces
llego tarde a algún sitio, ehem.. Pero eso no le da derecho a
Murphy a desmantelarme la moral de forma cruel, desmedida e infinita
(es que es un no parar oiga!). Ayer, sin ir más lejos (porque mi
memoria no me lo permite) fui a buscar a mi peque a casa de un
amiguito, J. … Fue difícil irse de esa casa, primero porque hay
buena onda con la madre de J. y segundo porque cada vez que intentaba
irme algo ocurría. Estamos viviendo un bonito momento, quitarle el
pañal a un bebe ya es bonito pero si encima lo adornamos con
incontinencia fecal, la cosa ya pilla unas dimensiones …., así que
después de lavarla y cambiarla varias veces y acabar bañándola
entera, finalmente conseguí estar a punto para irnos, y le coloqué
un pañal de urgencia para asegurarme de que realmente esta vez
estábamos preparadas para dejar el lugar, pero entonces la peque
decidió que por ella no hacía falta irse a ninguna parte y todo se
hizo eterno … No podría concretar el tiempo que utilicé en hablar
con ella para convencerla de que irnos era una idea genial,
posiblemente más de 15 minutos, pero solo tardé dos segundos en
convencerme a mi misma que como negociadora no valgo un peo, así que
la cosa acabó con la famosa y antigua estrategia del saco de patatas
que siempre funciona y que es tan educativa. Nos fuimos dejando una
estela de berridos considerable y yo diciendo adiós con una sonrisa
de oreja a oreja como si nada, sonrisa forzada? Puede…
Al subir al coche me
doy cuenta de que voy muy justa para todo lo que me queda por hacer
antes de ir a casa de mi madre, y mientras voy conduciendo pensando
en eso la providencia me lo arregla para que el tiempo ya no tenga
importancia. Llegando a un cruce una mujer gira abriéndose
exageradamente y golpea mi bonito coche que, dicho sea de paso, tenía
intención de vender. La mujer se baja y el copiloto, que por la
edad deduzco que es su padre, también. Mi peque se ha asustado y
grita “cocooo, cocooooo” y le pregunto Te has hecho dañor?”
y me contesta: “Nor, el coche el coche!
No os aburriré con
los detalles de un parte amistoso. Solo
diré q estábamos todos tan bloqueados q nos fuimos a casa sin
firmar el parte.
Cuando llegué a
casa era tardísimo y aún tenía que
preparar la bolsa para la peque, mi bolsa del trabajo y tender una
lavadora. Cuando miré la hora me di cuenta de q además debería
hacerle algo de cenar a la peque….. que se acababa de cagar otra
vez traspasando pañal y todo.
Le hice la cena, se
la tiró por encima. La volví a cambiar y entonces me di cuenta de
que tenía que hacer una lavadora urgentemente porque ya escaseaban
las braguitas de bebe, las bambas de bebe y la ropa de bebe en
general, y todo redondeado con la escasez de ganas de lavar que tenía
yo. Mientras llamaba a mi hermana para avisarla q no tenía ni idea
de a que hora intempestiva iba a llegar volvió a cagarse toda
ella.... Pero cuanta caca cabe en un cuerpo de bebé por el amor de
dooosssss!!!!
Al día siguiente me
levanté para ir a trabajar e iba a llegar tarde si si o si, porque
además de tener un brote descomunal en la cabeza, tuve q sentarme
obligadamente en el lavabo varias veces , así q entre sentada y
sentada me lavé la cabeza como pude y cuando conseguí mantener mi
culo prieto para salir corriendo, entonces ….. no encontré la
llave del coche. A veces no me soporto.
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