Y seguimos sin tercer capítulo!!

Está claro que cuando una no es glamurosa no lo es y punto. No se como consigo siempre romper momentos bucólicos sin despeinarme, definitivamente es un don. Hoy me ha pasado tendiendo una sábana blanca.. La he sacado de la lavadora y me ha venido una escena de una peli de la cual me encantaría deciros el nombre, pero va a ser que no. Era una escena en que una mujer está tendiendo la ropa (que casualmente es toda blanca), el paisaje era una pradera abierta, y había cierta brisa embriagadora ... Os lo creais o no era una imagen con un olor peculiar, podías oler el perfume de las sábanas mezclado con el de las flores de la pradera que traía la brisa... De verás que me quedó un olor en la memoria (pero no el título de la dichosa película, qué memoria más caprichosa la mía!). Y hoy me ha venido esa imagen mientras salía a la terraza a tender mi sábana y veía todo el valle frente a mi... La he desplegado y han salido unas bragas despedidas al vacío!! Es lo que tienen las bajeras con esas esquinas de gomita traidora. A ver quién adivina donde han ido a parar las lindas braguitas...

Va! A ver si el tercero llega antes...

Esta frase que da título al escrito de hoy la escribí el 3 de Marzo y se refiere al tercer capítulo de mis aventuras en la nieve, porque me parecía vergonzoso haber tardado 6 días en escribir el segundo... Han pasado 18 días desde que escribí el segundo capítulo.... He pensado incluso en cerrar el blog... Algunos días estoy tan ocupada jugando al solitario que me es imposible ponerme a escribir, tengo taaanto cerebro plano que alimentar. Es una necesidad imperiosa, que creo que ya ni siquiera puedo controlar. No pensar, no pensar, no pensar. Solo hago como una autómata aquello de lo que no puedo despojarme, mi responsabilidad como madre, hago comidas, lavo ropa y barro sin parar, y otra cosa que hago sin parar es amar a mis hijas hasta en el peor de mis días, es lo que me mantiene al borde de la cordura. Y con esto doy por finalizadas mis disculpas por no darme el gusto de desahogarme como mejor se hacerlo que es esparramando palabras, lanzando dardos rebozados en ironía a las paredes de este blog, que en su día se me antojó como la salvación, el corte, el gran viaje del vacío hacia la abundancia... y me cuesta. Me cuesta horrores mantenerme en la brecha, y me duele otros tantos horrores dejar pasar todos los párrafos que describen mis anécdotas día tras día, que creedme son muuuchas las cosas dignas de mención que vivimos cada día. Solo hay que poner un poquito de  atención para darse cuenta.


Y con la tontería el tercero aún no ha nacido...

Carnaval

Es increible como lo freaky llama a lo freaky, porque de todos los carnavales del planeta, el del pueblo ha sido sin lugar a dudas el más más de lo más. Mi primera pregunta es, porque de una comparsa de 148 personas, solo a mi se me caía las antenas y la peluca tooooodo el rato? Todos bailando, botando, cantando y yo iba con una mano intentando empujar el carro de mi hija, y con la otra agarrándome ahora la peluca, ahora las antenas. El momento álgido fue una cuesta muuuy costosa donde iba perdiendo como de costumbre la peluca y las antenas, pero lo mejoré con una inexplicable subida de leggings, cosa que aún hoy sigo sin entender... se me subieron hasta las rodillas, y claro iba cuesta arriba empujando el carro, con la peluca de lado, y las pantorrillas al aire (gracias doy a que era de noche y a la precaria iluminación del pueblo porque no recuerdo en que año bisiesto me depilé por última vez). En fin, por si no lo habeis adivinado íbamos disfrazados de abejitas, y todo fue muy absurdo. El pueblo es muy pequeño, así que los que formábamos la comparsa ¡éramos el pueblo! Así que fuimos deambulando por el pueblo tirando caramelos al suelo y allí se quedaban, y se oían comentarios del tipo.. "Pero para qué vamos hasta el final de la calle si no hay nadie mirándonos!!!" Otro muy bueno... "Me tiras caramenlos y yo te los tiro a ti?" La carroza parecía el logo de Rumasa,... En fin... Para rematar nos tocó el primer premio (si, si había concurso de disfraces, juasjuasjuas) y nos tocó un jamón....